Una huelga masiva de personal de la salud en reclamo de salarios y falta de personal llegó a su último día el viernes sin un acuerdo a la vista entre la gigantesca empresa estadounidense Kaiser Permanente y los sindicatos que representan a 75,000 trabajadores.
La huelga de tres días que se realiza en varios estados finaliza oficialmente el sábado a las 6:00 de la mañana y se prevé que los trabajadores regresarán a sus puestos en los hospitales y clínicas de Kaiser, que atienden a casi 13 millones de personas. Las partes no tienen nuevas conversaciones previstas después de las que concluyeron el miércoles al mediodía.
La huelga de tres días en California —donde se encuentran la mayoría de las instalaciones de Kaiser—, así como en Colorado, Oregon y Washington, fue un último recurso desde que la directiva de la empresa pasó por alto la crisis de falta de personal agravada por la pandemia de COVID-19, según los dirigentes sindicales. Su objetivo era despertar conciencia en la población y obtener su apoyo, señaló la Coalición de Sindicatos de Kaiser Permanente. Unos 180 trabajadores en Virginia y Washington D. C. también participaron de la medida de fuerza, pero sólo el miércoles.
“Ningún trabajador de la salud quiere hacer huelga”, dijo la directora ejecutiva de la coalición, Caroline Lucas, el jueves. “Espero que los últimos días hayan ayudado a difundir el asunto”.
La empresa con sede en Oakland, California, advirtió que la huelga podría causar demoras en los turnos de atención y las fechas de intervenciones médicas no urgentes.
La vocera de Kaiser, Hilary Costa, dijo que la empresa se esforzaba por reanudar las negociaciones “lo antes posible”.
Los sindicatos de los trabajadores de Kaiser reclamaron en agosto un salario mínimo de 25 dólares la hora, con aumentos del 7% anual en los primeros dos años y 6.25% anual en los dos años siguientes.
Kaiser, que reportó ganancias de $2,100 millones en el trimestre, indicó en un comunicado el miércoles que ofrece sueldos mínimos de entre 21 y 23 dólares la hora, según la localidad. Subrayó que contrató 10,000 empleados nuevos, que se suman a los 51,000 contratados desde 2022.
Los sindicatos dicen que la escasez de personal favorece las ganancias de la cadena de hospitales, pero perjudica a los pacientes, y que los directivos han estado negociando de mala fe.