Israel no ha cumplido una sola de las medidas vinculantes que le impuso la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para evitar un genocidio en la Franja de Gaza, denunciaron este lunes las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Amnistía internacional (AI).
“El gobierno israelí simplemente ha ignorado el fallo del tribunal y, de alguna manera, incluso ha intensificado su represión bloqueando aún más la ayuda» humanitaria en el enclave palestino, indicó en un comunicado Omar Shakir, director para Israel y Palestina de HRW.
Heba Morayef, directora regional para Oriente Medio y Norte de África de Amnistía, afirmó que “Israel no sólo ha creado una de las peores crisis humanitarias del mundo, sino que también está mostrando una cruel indiferencia hacia el destino de la población de Gaza al crear condiciones que la colocan, según la CIJ, en un riesgo inminente de genocidio”.
El 26 de enero, la CIJ dictó medidas cautelares y vinculantes que exigen a Israel pasos “inmediatos y efectivos” que impidan un genocidio en la Franja de Gaza, luego de que Sudáfrica acusara al Estado judío ante el máximo tribunal de la ONU de supuesto genocidio.
Estas medidas incluyen: garantizar que el Ejército israelí no cometa actos genocidas contra los gazatíes, prevenir y castigar la incitación a cometer genocidio, garantizar el acceso de ayuda humanitaria y presentar un informe al tribunal en el plazo de un mes desde que se dictaron estas órdenes, entre otras.
«Un mes después (…) Israel no ha emprendido ni lo mínimo necesario para cumplir» con las medidas y «ha seguido ignorando su obligación como potencia ocupante de garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de los palestinos en Gaza», lamentó AI, con sede en Londres.
La potente ofensiva militar de Israel sobre la Franja ha dejado en cinco meses de guerra casi 30.000 muertos, 70% de ellos niños y mujeres.
Además, ha ocasionado el desplazamiento de cerca de dos millones de gazatíes -casi el total de la población- en medio de una crisis humanitaria sin precedentes, que incluye el colapso y destrucción de los hospitales, el brote de epidemias, el hacinamiento en carpas a la intemperie, y la persistente escasez de agua potable, alimentos, medicinas, electricidad y combustible.
«El gobierno israelí está matando de hambre a los 2,3 millones de palestinos de Gaza, poniéndolos en mayor peligro que antes de que la CIJ emitiera la orden vinculante», señaló Shakir, mientras HRW -que denunció en diciembre que Israel utiliza el hambre como arma de guerra- asegura que desde el fallo del tribunal, Israel ha dejado pasar aún menos camiones con ayuda humanitaria.
«Los países deberían utilizar todas las formas de influencia, incluidas sanciones y embargos, para presionar al gobierno israelí para que cumpla con las medidas», recalcó la organización con sede en Nueva York.
AI coincide en que Israel «no ha logrado garantizar que lleguen suficientes bienes y servicios vitales a una población en riesgo de genocidio y al borde de la hambruna debido a los implacables bombardeos israelíes y al endurecimiento de su bloqueo ilegal que lleva 16 años», es decir, desde que el grupo islamista Hamás tomó el control del enclave.
«Tampoco han abierto puntos de acceso y cruces de ayuda adicionales ni han establecido un sistema eficaz para proteger a los trabajadores humanitarios de los ataques», añadió.
El viernes, Catar acusó a Israel ante la CIJ de estar cometiendo un genocidio en Gaza y aseguró que «la ocupación israelí equivale a un régimen de apartheid».
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