Samuel Vilchez Santiago, que llegó a Estados Unidos a los 13 años de edad y sin hablar inglés, aspira 10 años después a ser el primer venezolano en tener un puesto en el Congreso de Florida, estado donde abundan los exiliados como sus padres.
El sacrificio de sus progenitores, que eran opositores y obtuvieron asilo político en este país en 2010, ha inspirado su vida y también su interés por la política, dijo en una entrevista telefónica con Efe.
«Crecí en Venezuela, en una familia donde se discutía siempre de política. Mis padres estaban en contra de el fallecido presidente Hugo Chávez», manifiestó Vilchez, que en agosto competirá en primarias con otros aspirantes demócratas para ser el candidato a la Cámara de Representantes de Florida por el Distrito 48 en las elecciones del 3 de noviembre.
«Mi padre era un pequeño empresario y mi madre dentista. Al llegar a Estados Unidos ella trabajó en un McDonald’s y él en el aeropuerto, ambos con sueldos mínimos. Entonces me di cuenta de que ellos sacrificaron sus carreras», manifestó.
Ahora, a los 23 años de edad y tras haberse graduado en la Universidad de Princeton gracias a una beca, quiere representar en el Congreso de Florida a la comunidad de la misma zona donde creció.
El Distrito 48 abarca una zona al sur y al este de Orlando con una población de casi 157.000 personas, de las cuales la mitad se consideran hispanos o latinos.
Un movimiento más que una campaña
«Me siento muy emocionado, estamos construyendo un movimiento más que una campaña, hay gente aquí de distintas razas y países», explicó Vilchez, quien en su programa propone extender el acceso al Medicaid y la salud mental, incrementar el salario mínimo a 15 dólares la hora y expandir la paga por enfermedad.
También presenta propuestas medioambientales y de control de las armas de fuego para evitar matanzas como la de la discoteca Pulse y la escuela de Parkland.
En cuanto a sus compatriotas, aseguró que apoya «la propuesta de darle un TPS (estatus de protección temporal) a los venezolanos» que introdujo en el Congreso el representante demócrata por Orlando Darren Soto.
A su juicio, la administración de Donald Trump usa «un doble discurso al decir que le importan los venezolanos y no hacer nada por resolver la situación de los que están aquí. Es un tema no a nivel estatal, sino federal».
El haber crecido, estudiado y trabajado en el aérea por más de 10 años le ha permitido ver las necesidades reales de esta comunidad y saber, por ejemplo, que «muchos vecinos no pueden hacerse la prueba del covid-19 por no tener acceso a salud y estar desempleados».
Además, señaló, «el condado de Orange no había provisto información en español al principio de la pandemia, lo que puso en desventaja a nuestra área».
El primero de su clase
Vilchez, que desde Florida trabaja con la ONG nacional All Voting is Local que, según su web, se enfoca en «lograr una votación que sea gratuita, justa y accesible para todos», se graduó de Ciencias Políticas en la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey.
En octavo grado «lloraba porque no sabía hablar inglés», pero 5 años después fue el primero de su clase y se ganó «más de 750.000 dólares en una beca», recuerda.
«Volví a Orlando a vivir en la misma comunidad donde crecí. Al principio tenía en mente hacer mi maestría y regresar a la universidad, pero empezaron a llegar llamadas de pastores, de oficiales electos y gente en general pidiéndome que compartiera mi historia con la gente», contó Vilchez.
Si gana las primarias y luego la elección de noviembre, Vilchez se convertirá en el latino más joven en ser legislador y a la vez en el primer ciudadano de origen venezolano en llegar a la Cámara de Representantes de Florida.
Galardonado por los premios Congressional Youth Award en 2015 y el Presidents Volunteer Award en 2016, Vilchez cuenta para su campaña con más de un centenar de voluntarios, entre ellos sus padres, y ha recibido el aval de «varios oficiales electos del área».