El líder del movimiento libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, negó categóricamente este viernes que su organización tuviera un almacén de armas en el puerto de Beirut, devastado por una explosión que dejó más de 150 muertos y unos 5.000 heridos.
«Niego totalmente, categóricamente, que haya algo nuestro en el puerto, ni almacén de armas, ni almacén de misiles, ni una bomba, ni una bala, ni nitrato de amonio», afirmó el jefe de Hezbolá en una alocución televisada tras las acusaciones que han circulado en los medios y en la opinión pública que señalan al movimiento chiita libanés.
Nasralá, que describió como «una tragedia humana» la explosión, también valoró positivamente la visita del jueves del presidente francés Emmanuel Macron a Beirut, donde se reunió con dirigentes libaneses, también de Hezbolá.
«Consideramos positiva cualquier ayuda y expresión de simpatía hacia Líbano y también todas las visitas a Líbano durante estos días, sobre todo si estas se inscriben en el contexto de ayudar a este país que atraviesa una profunda crisis económica», indicó el líder del movimiento chiita.
La gigantesca explosión en el puerto de Beirut fue provocada, según las autoridades libanesas, por toneladas de nitrato de amonio almacenadas desde hace seis años en un depósito «sin medidas de precaución», según reconoció el mismo primer ministro libanés, Hasan Diab.
Fuentes judiciales indicaron este viernes que habían detenido a otras cinco personas, entre ellas funcionarios de aduanas y del puerto, lo que eleva a 21 el número detenidos en relación con la explosión.