El grupo chií libanés Hezbolá intensificó este sábado sus operaciones contra el norte de Israel y lanzó nueve ataques manteniendo la dinámica de fuego cruzado de los últimos once meses, pero guardia silencio sobre una posible respuesta al bombardeo israelí de ayer contra uno de sus feudos en el sur de Beirut.
En una serie de comunicados, Hezbolá anunció un ataque con proyectiles de artillería contra el puesto de avanzada de Jal Al Alam, seguido del lanzamiento de cohetes tipo ‘Katyusha’ contra una base de defensa aérea antimisiles del Comando Norte israelí.
Entre sus acciones reivindicadas en esta jornada se encuentra el lanzamiento de cohetes contra los cuarteles de Zarit; otro en Beit Hillel, y otro contra el cuartel Kila; así como el ataque contra la posición de una brigada en Adamit, también con ‘Katyusha’.
Los dos últimos ataques reivindicados hasta ahora por Hezbolá estuvieron dirigidos contra el cuartel general de la División Golán 210, en la base de Nafah, y «recién establecido de la División Galilea, en Ayelet HaShahar».
Con estas operaciones, el grupo chií mantiene la dinámica de sus ataques, iniciada el 8 de octubre en el marco de la guerra en la Franja de Gaza que estalló el día anterior.
Sin embargo, guarda silencio sobre una posible respuesta al bombardeo israelí de ayer contra un edificio en el Dahye, suburbio en el sur de Beirut y bastión de Hezbolá, que acabó con la vida de al menos 37 personas, entre las que se encuentran dos altos cargos del movimiento chií y más de una decena de combatientes.
No obstante, hace tres días sí que prometió que dará una respuesta «específica» a la «masacre israelí» causada entre sus filas por la explosión simultánea y masiva de miles de buscapersonas en manos de sus miembros en el Líbano y Siria, que dejó al menos una treintena de muertos y miles de heridos de diversa gravedad entre el pasado martes y el miércoles.