Alex Saab, que compareció este lunes en una corte de Estados Unidos, es representado por el abogado Henry Bell. Este tiene más de 20 años de experiencia en casos de fraude.
El presunto testaferro de Nicolás Maduro tuvo su primera audiencia por lavado de dinero en un tribunal de Miami, Florida, a cargo del juez Henry O’Sullivan, y en presencia de su abogado defensor y los fiscales.
El defensor del empresario colombiano, después de unos cortos intercambios, en los que se le leyeron los cargos y derechos, pidió al juzgado federal de EE UU que acelere el proceso para poder hablar con su cliente.
Bell también solicitó más tiempo para la audiencia de libertad condicional, fijada para el primero de noviembre.
Saab es acusado por la justicia estadounidense de siete cargos de lavado de dinero y uno de conspiración para cometer ese delito. Y según su abogado en la comparecencia de este lunes aún está pendiente una apelación por presunta inmunidad diplomática.
Henry Bell, el defensor de Saab
Henry Bell es socio de la firma de abogados Bell Rosquete Reyes Esteban (BRRE), conocida por representar a ejecutivos y empresas en casos complejos comerciales, administrativos y penales.
Estudió en la Escuela de Derecho de la Universidad de Fordham, en Nueva York, y también cuenta con una licenciatura en Comercio y Administración de Empresas en la Universidad de Alabama.
«Bell ha estado luchando por las personas que enfrentan todo tipo de acusaciones de irregularidades, que incluyen fraude, lavado de dinero, corrupción pública, soborno, crimen organizado, tráfico de drogas y otros delitos de diversa gravedad», detalla el portal BRRE.
El experto en leyes, nacido en Florida, EE UU, cree firmemente, según el bufete de abogados, que es «mediante un juicio sólido y experimentado y una defensa creíble y entusiasta que se lograrán los mejores resultados para la persona que enfrenta acusaciones de irregularidades», aunque las acusaciones las haga el Estado.
El desfalco millonario de Alex Saab
La justicia estadounidense acusa al empresario de 49 años de edad y a su socio Álvaro Pulido, en paradero desconocido, de dirigir una amplia red para desviar fondos de un sistema de subsidios alimentarios en Venezuela.
Según la Fiscalía de EE UU, ambos transfirieron unos 350 millones de dólares desde la República a cuentas que controlaban en Estados Unidos y otros países.
Si se confirma su culpabilidad, los imputados afrontan penas de hasta 20 años de cárcel.
Saab estaba preso en Cabo Verde desde su arresto en junio de 2020, durante una escala en ese archipiélago del noroeste de África, a petición de Estados Unidos.
En julio de 2019, fiscales federales en Miami lo habían imputado junto con Pulido, otro ciudadano colombiano, de 55 años de edad, por lavado de dinero.
El acusado ya anunció el domingo que no colaborará con Estados Unidos, según una carta leída por su esposa en Caracas.
«No he cometido ningún delito», aseguró el presunto testaferro de Nicolás Maduro en esa misiva.
De contratista de viviendas sociales en Venezuela, Saab pasó a dirigir una red de importaciones para el gobierno de Maduro, que le dio la nacionalidad, un título de embajador y luchó sin éxito para evitar su extradición a Estados Unidos.
Maduro calificó la extradición de secuestro y suspendió las negociaciones entre el gobierno y la oposición, que debían reanudarse hoy en Ciudad de México.