Hamás pidió el martes a la comunidad internacional que deje de enviar ayuda con paracaídas a Gaza, después de que 18 habitantes del territorio palestino, al borde de la hambruna tras casi seis meses de ofensiva israelí, perecieran ahogados o en estampidas cuando intentaban recoger suministros.
Israel realizó nuevos bombardeos y prosiguió la ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, pese al llamado a un «cese el fuego inmediato» del Consejo de Seguridad de la ONU.
El ministerio de Salud de Gaza, gobernado por Hamás desde 2007, reportó más de 80 muertos en las últimas 24 horas, 13 de ellos en bombardeos cerca de Rafah, en el extremo sur del enclave, donde se hacinan 1,5 millones de palestinos. la mayoría desplazados por el conflicto.
«Oímos una fuerte explosión. Los escombros se nos cayeron encima. Había cuerpos despedazados en los árboles. Hubo 22 o 23 mártires», dijo Husam Qazaat, en medio de las ruinas en Rafah.
La situación humanitaria en el territorio es desesperada y la mayor parte de sus 2,4 millones de habitantes están amenazados por la hambruna, según la ONU.
Al menos 18 personas murieron intentando recoger ayuda lanzada con paracaídas en el norte del enclave, indicó el martes Hamás. Doce perecieron ahogadas en el Mediterráneo «en las últimas horas» y seis en estampidas, precisó el movimiento islamista.
Israel controla estrictamente la entrada de ayuda por vía terrestre por el paso de Rafah, limítrofe con Egipto. Esto llevó a varios países a lanzar víveres desde aviones.
Hamás pidió «cesar inmediatamente» estas operaciones aéreas y abrir «rápidamente» los accesos terrestres al enclave.
«La gente muere por una lata de atún», dice Mohamad Al Sabaawi, un habitante de Gaza que muestra la única conservación que pudo recuperar.
Otro hombre dijo que arriesgó su vida por una lata de frijoles.
Indignación de Israel contra la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el lunes, por primera vez desde el inicio de la guerra, una resolución que pide un alto el fuego, con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos, que hasta ahora había vetado tres textos que incluían el término «cese el fuego».
La resolución, presentada por miembros no permanentes del Consejo, «exige un cese el fuego inmediato» durante el Ramadán, el mes sagrado de ayuno de los musulmanes que comenzó hace dos semanas, y «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes» en manos de Hamás.
«Esta resolución debe aplicarse. Su incumplimiento sería imperdonable», afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje publicado en X.
Israel, irritado con Estados Unidos, su principal aliado histórico, anuló la visita de una delegación a Washington y declaró que la resolución de la ONU perjudicaba sus esfuerzos para derrotar a Hamás y liberar a los rehenes.
«No tenemos derecho moral a detener la guerra mientras siga habiendo rehenes en Gaza», afirmó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, de visita a Estados Unidos.
Hamás celebró la resolución y acusó a Israel de buscar «el fracaso» de las actuales negociaciones en Doha a través de mediadores internacionales con vistas a una tregua.
Su líder, Ismail Haniyeh, de visita en Irán, aliado del movimiento palestino y enemigo jurado de Israel, estimó que la votación en la ONU demostraba «el aislamiento político sin precedentes» de Israel.
La guerra estalló el 7 de octubre con una incursión de milicianos islamistas desde Gaza, que mataron a 1.160 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250 según un recuento de AFP con base en datos oficiales israelíes.
Un centenar de rehenes fueron canjeados por 240 presos palestinos. Israel afirma que 130 siguen cautivos en Gaza, de los cuales 33 habrían muerto.
Como represalia, Israel lanzó una ofensiva con el objetivo de «aniquilar» a Hamás, considerada organización terrorista por el Estado hebreo, así como por Estados Unidos y la Unión Europea.
Hasta el momento, esa operación militar dejó 32.414 muertos, en su gran mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud de Gaza.
Operaciones militares en hospitales
Decenas de tanques israelíes y vehículos blindados rodearon el martes el hospital Nasser, de Jan Yunis, en el sur de la Franja, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El ministerio informó que las fuerzas israelíes estaban llevando a cabo «operaciones violentas en los alrededores, en preparación de un ataque».
«Millas de desplazados siguen en el interior del hospital», agregó el ministerio.
Desde el inicio del conflicto, las fuerzas israelíes realizan operaciones militares en los hospitales del enclave alegando que buscan a combatientes palestinos.
Una operación de este tipo comenzó el 18 de marzo en el hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, el mayor del territorio palestino, donde el ejército aseguró que mató a más de 170 combatientes.
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