Las fuerzas terroristas que atacaron los puestos de avanzada, ciudades y pueblos del sur de Israel el pasado 7 de octubre «recibieron instrucciones claras y explícitas de matar y secuestrar a civiles, incluidos ancianos, mujeres y niños» señala la investigación realizada hasta ahora por la policía israelí.
Tres seis interrogatorios a milicianos de Hamás capturados poco después del ataque al sur de Israel, la policía recabó testimonios entre las que se encuentran que «quien secuestrara a un rehén y lo llevara a Gaza recibiría un estipendio de 10.000 dólares y un apartamento».
De acuerdo con las confesiones recabadas por las autoridades israelíes, «las instrucciones eran secuestrar a ancianos y niños» así como «matar a todos los hombres jóvenes y secuestrar a tantos prisioneros como fuese posible».
Las investigaciones preliminares muestran que «los altos comandantes del ala militar de Hamás (con rango de comandantes y superiores) se quedaron atrás, protegiéndose en casas seguras y escondiéndose, mientras enviaban a su gente a luchar, morir o ser arrestados en Israel».
Finalmente, la policía israelí señaló que «todos los terroristas proporcionaron información detallada sobre la mañana del ataque y la masacre en el Sur y también proporcionaron información valiosa que fue utilizada y será utilizada para atacar objetivos en la Franja de Gaza».