El acorazado SMS Scharnhorst encabezó la destrucción de dos acorazados británicos en la batalla de Coronel, frente a Chile, en noviembre de 1914. Como represalia, los ingleses enviaron nuevas naves que arrasaron con la flota germana frente a las islas Malvinas, donde la embarcación terminó sus días.
A una profundidad de 1.610 metros reposan los restos del buque de guerra acorazado alemán SMS Scharnhorst, protagonista de dos de los combates navales más célebres del comienzo de la Primera Guerra Mundial: la batalla de Coronel -frente a las costas de Chile-, que fue la primera gran derrota de la Marina Real británica en más de un siglo, y la batalla de las Malvinas (Falkland para los británicos), en el Atlántico sur, que marcó el ocaso del poderío de la Marina Imperial alemana en el Pacífico.
El hallazgo del buque insignia de la Escuadra de Asia Oriental fue realizado por robots submarinos operados por el Fideicomiso para Patrimonio Histórico Marítimo de las Falkland, que decidieron buscar los cuatro barcos naufragados en el combate desde 2014, cuando se cumplió el centenario de la confrontación, por su relevancia patrimonial.
El rastreo fue difícil por las habituales malas condiciones del mar en la zona y la inexactitud sobre el sitio exacto donde sucumbió cada nave. El equipo de especialistas no se dio por vencido y reanudó el rastreo el mes pasado con la ayuda del barco Seabed Constructor, desde el cual operaron cuatro pequeños vehículos submarinos no tripulados Ocean Infinitiy, equipados para rastrear un área de 4.500 kilómetros cuadrados. Como no tienen brazos robóticos no llevaron objetos a la superficie.
Pérdida indescriptible
«El momento del descubrimiento fue extraordinario. A menudo cazamos sombras en el fondo del mar, pero cuando apareció el Scharnhorst, no había duda de que se trataba de uno de los barcos alemanes», dijo el líder de la expedición, Mensun Bound.
«Enviamos un robot submarino a explorar y nos encontramos casi inmediatamente con un campo de escombros de guerra. De repente, salió de la oscuridad, con grandes cañones apuntando en todas direcciones», detalló.
Pese al tiempo que ha pasado y a la profundidad, las filmaciones revelan que la nave luce bastante conservada respecto de otros naufragios semejantes. La cubierta no ha colapsado y parte de la artillería se mantiene en su lugar. No hubo exploración interior.
En principio, la idea es no intervenir el buque de forma alguna y los descubridores solicitaron la protección del área a las autoridades del patrimonio británico.
El SMS Scharnhorst fue hundido hace exactamente 105 años, un 8 de diciembre de 1914, junto a su gemelo, el crucero acorazado SMS Gneisenau, y los cruceros ligeros SDMS Leipzig y SMS Nürnberg, pereciendo más de 2.100 personas.
El comandante del escuadrón, el almirante Maximilian von Spee, y sus dos hijos murieron durante el enfrentamiento.
«Nos consuela el saber que el lugar de descanso final de muchos ha sido encontrado y que ahora puede ser preservado, mientras que al mismo tiempo se nos recuerda la pérdida indescriptible de vidas humanas», expresó Wilhelm Graf von Spee, descendiente del almirante.
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