Cuba anunció ayer otras medidas migratorias para acabar con la prohibición a los viajes de sus ciudadanos por vía marítima, lo que zanja la polémica sobre el embarque de cubanoestadounidenses en los cruceros de la compañía Carnival a la isla. A partir del próximo martes los cubanos de dentro y fuera del país podrán salir y entrar en calidad de pasajeros y tripulantes, tanto de cruceros como de buques mercantes, indicó el gobierno del presidente Raúl Castro a través de un comunicado. También se autorizarán, aunque de forma gradual y «una vez creadas las condiciones», los viajes de cubanos en embarcaciones de recreo y yates, una medida cuya puesta en práctica será anunciada oportunamente, según La Habana. Estas medidas dan continuidad a la reforma migratoria que entró en vigor en enero de 2013 y que acabó con las prohibiciones para que los cubanos viajaran al extranjero.