Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, renovó el estado de excepción en las cárceles por 30 días. Esto debido a la «grave conmoción interna» generada por motines y masacres que acumulan 320 muertos en lo que va del 2021.
A través del Decreto Ejecutivo 276 divulgado este lunes por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, se extiende la medida y establece la participación de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional para «restablecer la convivencia pacífica» en los centros penitenciarios.
Restricción de correspondencia en cárceles
Una de las medidas que establece el documento es la suspensión del derecho a la inviolabilidad de la correspondencia y la libertad de asociación y reunión de los reos.
Es decir, los reclusos no podrán acceder a su correspondencia sin que haya sido revisada por las fuerzas del orden. La medida rige también para los mensajes salientes.
El documento reconoce un «déficit teórico» de 2.500 agentes de seguridad carcelaria a escala nacional, y afirma que en las provincias donde existe una cárcel hay 0,67 policías por cada preso.
Por lo que «esto demuestra que el número de agentes de seguridad penitenciaria y policías resultaría insuficiente para controlar la situación presente» en las cárceles, detalla el decreto firmado por el presidente.
En consecuencia, el decreto dispone la movilización de las Fuerzas Armadas en coordinación con la policía, de acuerdo con el orden legal y en respeto a los derechos humanos.
Prevención de situaciones violentas
El objetivo según las autoridades es prevenir un acontecimiento como el de la Penitenciaria del Litoral, en la provincia costera de Guayas (suroeste), donde recientemente más de 60 presos fueron asesinados.
Lasso firmó la primera declaratoria de estado de excepción el 29 de septiembre tras la masacre más grande en las prisiones, con 118 fallecidos, y se extendió por 60 días.
Otra medida igual, fuera de las cárceles, está vigente hasta el 18 de diciembre en nueve provincias ecuatorianas por la creciente ola de crímenes e inseguridad.