El exbanquero de derecha Guillermo Lasso inició este lunes su campaña para el balotaje presidencial buscando alianzas para enfrentar al delfín del expresidente socialista Rafael Correa, el economista de izquierda Andrés Arauz.
«Hoy es el primer día de mi campaña oficial de segunda vuelta electoral. Iniciaremos los contactos con las diferentes organizaciones políticas que participaron en la primera vuelta electoral», expresó Lasso en rueda de prensa en Quito un día después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara los resultados de los comicios del 7 de febrero.
Cara a cara
Lasso, de 65 años de edad, obtuvo 19,74% de los votos, dejando en tercer lugar al líder indígena Yaku Pérez, que consiguió 19,39% y denuncia un fraude. Arauz, de 36 años, ganó la primera vuelta del 7 de febrero con 32,72% de los votos.
El triunfador del balotaje sucederá al presidente Lenín Moreno, cuyo gobierno de cuatro años concluirá el 24 de mayo.
Lasso, del movimiento Creando Oportunidades (Creo) que en estos comicios se alió con el conservador Partido Social Cristiano (PSC), agregó que en esta segunda vuelta se enfocará en «escuchar a diversos sectores de la sociedad ecuatoriana, especialmente a actores que inicialmente no han sido incluidos» en su programa de gobierno.
Lasso pide marchar sin violencia
Una marcha de indígenas tiene previsto llegar este martes a Quito para defender la votación de Pérez, a quien un conteo rápido del CNE lo ubicó en segundo lugar el mismo día de los comicios.
El exbanquero -derrotado por la izquierda dos veces en la carrera presidencial- llamó a evitar la violencia.
«Ecuador no debe vivir asustado, yo creo que todos debemos vivir en paz y en tranquilidad en nuestro país. Y si no queremos que se repita un octubre de 2019, tenemos en nuestras manos la solución: extenderla, extender el brazo, dialogar, conversar sobre la necesidad de una agenda rural en el Ecuador», señaló.
Los indígenas, que representan 7% de los 17,4 millones de habitantes de Ecuador, encabezaron fuertes protestas contra el alza de precios de combustibles en octubre de 2019, que obligaron al gobierno a derogar la medida. Los disturbios dejaron 11 muertos y más de 1.300 heridos.