Los restos de dos migrantes guatemaltecos fallecidos en el incendio en un centro de detención en México llegaron este viernes a Guatemala, con lo que se completa la repatriación de los 19 ciudadanos de este país muertos en esa tragedia.
Los cuerpos llegaron en un avión de la Fiscalía de México a la base de la Fuerza Aérea Guatemalteca en la capital, donde los ataúdes se colocaron a un costado de la pista y los cubrieron con flores y la bandera nacional, antes de llevarlos a sus comunidades para sepultarlos.
Estas víctimas son Marco Lucas, de 18 años de edad, originario del poblado indígena de Nentón (oeste) y de Eyner García, de 40, del municipio de San José Pinula (vecino a la capital). Los restos de los otros 17 migrantes guatemaltecos los repatriaron el martes.
«Guatemala y México continúan cooperando conjuntamente en todo lo que sea necesario», dijo la vicecanciller guatemalteca, Shirley Aguilar, en un breve acto en la base.
Otros nueve guatemaltecos resultaron heridos en el siniestro, de los cuales siete siguen hospitalizados, cinco en estado crítico, de acuerdo con la cancillería local.
El incendio del 27 de marzo en el centro de detención de Ciudad Juárez, en el norte de México, dejó 40 muertos: 19 guatemaltecos, 7 salvadoreños, 7 venezolanos, 6 hondureños y 1 colombiano.
Un migrante prendió fuego a un colchón en una celda donde permanecía con otros 67 hombres, en medio de una protesta por una posible deportación. Mientras el personal a cargo del centro no hizo nada por evacuarlos, según los investigadores mexicanos.
Cuatro funcionarios resultaron detenidos, así como el migrante señalado de provocar el incendio.