Los cancilleres del Grupo de Lima se reunirán este lunes en Santiago de Chile para dar seguimiento a los temas tratados en la última cita realizada en Bogotá, Colombia, respecto a la situación que vive Venezuela aunque ahora pesa sobre el bloque la sombra de una eventual intervención militar por parte de Estados Unidos.
El Grupo de Lima aboga por una salida pacífica y democrática «y que son los propios venezolanos quienes al amparo de la Constitución» deben buscar una solución a la crisis de su país, pero una opción armada parece no estar tan lejana».
La opción de una posible intervención militar estadounidense en Venezuela está sobre la mesa, afirmó el presidente estadounidense Donald Trump el 3 de febrero en una entrevista para CBSNews.
Al ser interrogado sobre la posibilidad de enviar soldados estadounidenses a Venezuela, el mandatario aseguró: «No quiero decir eso, pero ciertamente es algo que es una opción».
El senador federal por Florida, Rick Scott, «urgió a una intervención militar» para ingresar la ayuda humanitaria, y señaló que la comunidad internacional tiene una posición unificada sobre la crisis en Venezuela.
Los cancilleres que en Chile abordarán la crisis humanitaria, política y económica en Venezuela, también tendrán que poner en la mesa un tema bastante sensible como es el de haber fracasado en sus insistentes llamados para que Nicolás Maduro entregue su administración y permita nuevas elecciones.
Además, deberán abordar lo que significó el encuentro de presidentes en Cúcuta en vísperas de la entrada de la ayuda humanitaria para ser entregada a los venezolanos, pero que Maduro no permitió su entrada sin que hasta ahora se sepa cuál fue el destino de esa asistencia.
En esta misma línea, los analistas políticos han señalado que «fue una mala decisión» la visita que ese mismo día realizaron a esa zona los presidentes de Chile, Colombia y Paraguay, Sebastián Piñera, Iván Duque y Mario Abdo.
Hasta ahora, el compromiso del Grupo de Lima de promover y desarrollar iniciativas de coordinación regional en respuesta a la crisis política y humanitaria en Venezuela ha rebotado contra el frontón de Maduro.