Los ministros de Exteriores de los países que integran el Grupo de Lima, que intensifica la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro para buscar una solución a la crisis de Venezuela, se reunirán en Buenos Aires el 23 de julio, informaron a Efe fuentes oficiales argentinas.
Hasta ahora, la más reciente cita del bloque -integrado por más de una decena de países- tuvo lugar en Ciudad de Guatemala el 6 de junio, cuando los ministros llamaron a intensificar la presión internacional contra el régimen dictatorial e ilegítimo de Maduro para buscar una solución pacífica y dialogada a la situación que afronta Venezuela, la cual consideran una amenaza para la paz regional.
El encuentro de Buenos Aires será el primero desde que el 5 de julio se conoció el informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, en el que se instó a Maduro a acabar con las graves vulneraciones de derechos en el país.
El documento, que fue tachado por el oficialismo de parcial y lleno de graves errores metodológicos, denunciaba, entre otros asuntos que, especialmente desde 2016, el Ejecutivo de Maduro y sus instituciones han puesto en marcha una estrategia orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al régimen con detenciones arbitrarias, malos tratos y torturas.
El informe, elaborado tras realizar más de 500 entrevistas en Venezuela y 8 países a presuntos testigos de violaciones de derechos fundamentales, desvela más de 6.800 ejecuciones extrajudiciales por las fuerzas de seguridad venezolanas entre enero de 2018 y mayo de 2019.
La última declaración conjunta del Grupo de Lima se remonta al 30 de junio pasado, cuando los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Venezuela -representada por el presidente interino de la República, Juan Guaidó- condenaron la muerte ese día del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo.
El militar se encontraba bajo custodia de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar y había sido arrestado ocho días antes por su supuesta participación en un plan para derrocar a Maduro.
La defensa y portavoces de la oposición afirman que Acosta Arévalo fue torturado hasta la muerte y la última vez que se le vio con vida, cuando se presentó ante un tribunal militar, no podía mantenerse en pie o hablar.
Esa muerte provocó una fuerte reacción de la comunidad internacional: los países del Grupo de Lima consideraron que el militar había sido asesinado y la Unión Europea reclamó una investigación completa e independiente del caso.
Además de la reunión de Buenos Aires de la próxima semana, el gobierno de Perú invitó a representantes de 100 naciones, incluidas Cuba, China, Rusia y Turquía, así como el Vaticano, para que participen el próximo 6 de agosto en Lima en una cumbre internacional sobre la crisis del país.