Los gigantes tecnológicos estadounidenses Amazon, Facebook, Google y otras empresas líderes del sector unieron fuerzas este lunes en Washington para denunciar el reciente impuesto de Francia al sector digital, pues lo consideran retroactivo y discriminatorio.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está evaluando tomar represalias contra esta nueva tasa, aprobada en Francia el 11 de julio. Lo haría con aranceles punitivos sobre las importaciones de vino francés, lo que conllevó una investigación de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
Las compañías comparecieron en una audiencia del USTR sobre posibles contramedidas, y fueron unánimes en sus quejas, pues consideran el impuesto como «un precedente preocupante».
El llamado impuesto GAFA (acrónimo de Google, Amazon, Facebook y Apple), que Washington considera injusto, agrega otro punto de conflicto en las disputas comerciales transatlánticas que también incluyen el comercio de acero, aluminio, automóviles, aviones y agricultura.
El impuesto propuesto del 3% sobre los ingresos anuales, totales, de las empresas que prestan servicios a los consumidores franceses, se aplica solo a las empresas tecnológicas más grandes, que en su mayoría tiene sede en Estados Unidos.
Para Amazon, el cual Francia representa el segundo mayor mercado europeo para el comercio electrónico, el impuesto «crea una doble imposición», dijo Peter Hiltz, director de planificación fiscal del gigante minorista en línea.
Alrededor del 58% de las ventas de Amazon son a través de empresas asociadas, que pueden verse impactadas.
El impuesto «afecta negativamente a Amazon y a miles de pequeñas y medianas empresas», dijo Hiltz. «Amazon no puede absorber los gastos», y la compañía «ya informó a los socios que su tarifa aumentará a partir del 1 de octubre», agregó.
«Efecto dominó»
El llamado impuesto GAFA no grava a las grandes empresas del sector con base en sus ganancias -que a menudo se consolidan en países con impuestos muy bajos, como Irlanda-, sino a su facturación; esto, en espera de una armonización de las normas en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Estados Unidos ha estado presionando por un acuerdo general sobre impuestos al comercio digital a través del foro económico del Grupo de los 20. Pero Francia también lo hizo por su cuenta.
Es «una solución imperfecta para abordar el sistema tributario obsoleto», señaló Jennifer McCloskey, de la asociación Information Technology Industry Council, que apoya un acuerdo multilateral bajo los auspicios de la OCDE.
Hiltz coincidió e indicó que las compañías creen que «se puede alcanzar un acuerdo internacional bajo la OCDE».
El impuesto se aplicará a unas 30 empresas con al menos 25 millones de euros en ventas en Francia y 750 millones de euros en todo el mundo. No se aplicará, sin embargo, a otros operadores de Internet como las compañías de medios.
Afecta a «un puñado de negocios en Internet cuando todos los sectores se están volviendo digitales», indicó Nicholas Bramble, de Google, en la audiencia. Gravar solo esta parte de la industria «no tiene sentido», opinó.
Las compañías también se quejan de que el impuesto es retroactivo, ya que se aplicará desde principios de 2019.
«Nunca hemos visto un impuesto retroactivo», dijo Alan Lee, de Facebook.
Las empresas tecnológicas temen además que otros países sigan el ejemplo de Francia.
Puede haber un «efecto dominó con impuestos multicapa sobre el mismo flujo de negocios», advirtió Hiltz, quien nombró a España y a Italia.
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