El gobierno de México confía en que logrará la reducción de los flujos migratorios antes de que se cumpla el plazo fijado en el acuerdo con Estados Unidos, con la finalidad de evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos en ese país.
“Pensamos que vamos a lograr atemperar el fenómeno migratorio. Lo tenemos que hacer. Tenemos un plazo, que es el 10 de septiembre. Vamos bien; es un problema complejo, pero lo estamos atendiendo”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los gobiernos de México y Estados Unidos lograron el 7 de junio un acuerdo que prevé, entre otras medidas, el despliegue de la Guardia Nacional mexicana para contener el flujo de migrantes hacia el norte, a cambio del retiro de la amenaza arancelaria hecha por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El acuerdo prevé el inicio de la evaluación de las medidas a los 45 días y su conclusión a los 90 días. Luego de ese período, si no son consideradas satisfactorias las medidas tomadas por México, se podrían implementar algunas nuevas e incluso Estados Unidos podría imponer aranceles.
López Obrador reconoció que sí ha habido un incremento del flujo de migrantes, principalmente centroamericanos, que recorren el territorio mexicano con la intención de llegar a Estados Unidos.
“Sí creció al doble, en términos generales, y esto tiene mucho que ver con lo que está pasando en Centroamérica. La mayor parte de la migración se origina en Centroamérica y, en particular, en Honduras, también Guatemala y menos en El Salvador”, sostuvo.
Atribuyó el fenómeno a la “situación difícil” en Centroamérica, y añadió que por ello su gobierno insiste “en atender las causas de la migración, en impulsar actividades productivas, en crear empleos”.
Finalmente, dijo que cuando asumió la Presidencia, el 1° de diciembre del año pasado, encontró que el Instituto Nacional de Migración, como otras instituciones del gobierno, estaba “podrido”.
“Tuvieron que despedirse por corrupción a aproximadamente 500 agentes migratorios y aún no se termina la limpieza”, expresó.
Desde mediados de octubre, miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, cruzan México para llegar a Estados Unidos, lo que ha causado un choque diplomático entre las naciones.