El informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que pide una investigación internacional sobre la violencia en Bolivia, es segado y vergonzoso, dijo el gobierno interino del país suramericano.
«Es increíble cómo se maneja cierta gente. Es vergonzoso… El trabajo de la CIDH no es un buen trabajo y lo vamos a revertir», criticó este miércoles Arturo Murillo, ministro del gobierno interino de Bolivia.
«Vamos a mostrar las pruebas de lo que ha sucedido en nuestro país», manifestó Murillo en una conferencia de prensa en La Paz.
El ministro denunció que el informe no refleja la realidad de los hechos. Aseguró que solamente favorece a lo que calificó de narcoterrorismo, sin dar más detalles.
«¿Dónde estaba la CIDH?»
Murillo se preguntó dónde estaba este organismo en los últimos casi 14 años del gobierno de Evo Morales, durante el que hubo más de 100 muertos en episodios violentos, aseguró.
«¿Dónde estaba la CIDH en la matanza de Porvenir, la Calancha?; ¿dónde estaba la CIDH cuando pateaban y masacraban a los indígenas de Chaparina…? Esa es una pregunta que debe responder la CIDH», solicitó.
El titular de Interior afirmó haber recibido con mucho dolor la investigación desarrollada, unilateralmente, por la comisión.
El informe, no obstante, asegura que se realizó durante una visita de observadores de la Comisión al país, al atender una invitación del Estado boliviano.
Murillo lamentó que la comisión no fije posición sobre quién ha pagado a campesinos y otros colectivos que se movilizaron contra el gobierno interino.
Informe de la CIDH
El informe concluye que una investigación internacional debe aclarar la violencia en Bolivia luego de las fallidas elecciones de octubre.
El estudio es el resultado de una visita de observación de la CIDH entre los días 22 y 25 de noviembre a cuatro ciudades bolivianas.