El gobierno socialista de España promoverá una reforma del Código Penal para introducir el concepto de consentimiento expreso en las relaciones sexuales y endurecer así los castigos, anunció la vicepresidenta Carmen Calvo.
La vicepresidenta y ministra de Igualdad explicó ante una comisión parlamentaria que la idea es seguir los pasos de Suecia.
En la estela del movimiento antiacoso MeToo, surgido en Estados Unidos, este mes entró en vigor en el país nórdico una ley que considera como violación cualquier acto sexual sin acuerdo explícíto, incluso en ausencia de amenaza o violencia.
«Si una mujer no dice ‘sí’ expresamente, todo lo demás es ‘no’, y ahí es donde está preservada su autonomía, su libertad, el respeto a su persona y a su sexualidad», dijo Carmen Calvo ante la comisión de Igualdad de la cámara baja, sin muchos más detalles.
El anuncio se produce cuando continúa la polémica en torno al caso de «La Manada», cinco jóvenes que agredieron a una chica en las fiestas de San Fermín en Pamplona en el 2016.
Los cinco muchachos, que acorralaron y penetraron a la chica en la entrada de un edificio, fueron todos condenados el 26 de abril a nueve años de prisión por »abuso sexual» en grupo.
Sin embargo, los jueces descartaron la violación, para la que el Código Penal español considera que debe haber «intimidación» y «violencia».
La sentencia causó polémica y manifestaciones en todo el país, y tras ella hubo diversos llamados a endurecer el Código Penal para dejar menos margen de interpretación a la hora de juzgar delitos sexuales.