Al menos 19 migrantes «gravemente enfermos», entre ellos menores de edad, de Venezuela, Bangladesh, Sri Lanka e India han sido evacuados de playas del Pacífico panameño, cerca de la frontera con Colombia donde se encontraban junto con un grupo de más de 100 personas varados desde hace semanas, informaron este lunes las autoridades de Panamá.
El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá dijo a través de un comunicado que «evacuó a 19 migrantes gravemente enfermos, trasladándolos directamente a la estación de recepción de migrantes de Lajas Blancas, donde reciben atención médica especializada».
Ellos son parte del grupo de más de 100 migrantes varados desde hace 21 días en las comunidades costeras de Guayabo, Cocalito y Jaqué, provincia de Darién, en el Pacífico panameño, como adelantó hoy a Efe el padre Gustavo Rivas, presente en esa zona y que había alertado de la delicada salud de esas personas.
Las autoridades panameñas no habían dado cifras acerca de cuántas personas componen el grupo, que habría usado esa ruta -que transcurre en lancha por el Pacífico y el último tramo a pie- para evitar cruzar la selva del Darién, la frontera con Colombia usada a diario por migrantes para llegar a Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.
#Nacionales | Senafront informa que evacuó a 19 migrantes enfermos hacia el sector de Lajas Blancas pic.twitter.com/mqtA9brMEt
— Radio Panamá (@radiopanama) September 9, 2024
¿Qué hacían en playas del Pacífico los migrantes de Venezuela, Bangladesh, Sri Lanka e India?
La policía fronteriza señaló que «muchos» de esos migrantes que forman parte del grupo «varado en la región del Darién» están en «condiciones críticas de salud». Sobre los migrantes evacuados dijo que «ocho de las víctimas eran hombres, cinco mujeres, cuatro niñas y dos niños procedentes de Venezuela, Bangladesh, Sri Lanka e India».
El Senafront activó «un protocolo de emergencia para garantizar el traslado seguro de los más vulnerables, reafirmando su compromiso con la protección de la vida en medio de condiciones extremadamente adversas» y exhortó a los migrantes a escoger «los pasos autorizados de flujo controlado» para evitar ser víctimas de «coyotes».
El padre Gustavo Rivas, arraigado desde hace años en Darién, había adelantado a Efe que alrededor de 144 migrantes, algunos de ellos «muy enfermos», de China, India y Nepal estaban varados desde hace 21 días en los pueblos costeros de Guayabo, Cocalito y Jaqué, donde -advirtió el religioso- hay un brote de dengue.
Esas comunidades son áreas de difícil acceso cercanas a Colombia y muy alejadas de los albergues de San Vicente y Lajas Blancas, en la parte más urbanizada de la frontera, donde hay ayuda humanitaria para los migrantes luego de atravesar la selva.
«Pedimos que los saquen», aseguró Rivas, oriundo del Chocó colombiano (el otro lado de la frontera con Panamá), pero que desde hace tres años trabaja en la comunidad de Jaqué, en el país centroamericano, por lo que solicita ayuda humanitaria al gobierno para atender a los migrantes que allí llegan.
El gobierno de Panamá quiere reducir el flujo migratorio por el Darién
En su intento de reducir el flujo migratorio por el Darién, el nuevo gobierno panameño, que tomó posesión el primero de julio, ha aplicado medidas como la instalación de «barreras perimetrales» (vallas de alambre con púas) o vuelos de devolución de migrantes a raíz de acuerdo firmado el mismo día de la investidura con Estados Unidos, que los financia.
Al menos 244.243 migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién en lo que va de 2024, una disminución de 110.056 en comparación con el mismo lapso del año pasado, lo que supone una caída de 31%, según cifras difundidas este lunes por el gobierno panameño.
El nuevo gobierno panameño asegura que esa reducción se debe a las nuevas políticas, por lo que estima que este año cruzarán el Darién aproximadamente 320.000 migrantes, una disminución de 38% frente al récord histórico de 520.000 que cruzaron el año pasado.