Este sábado se realizó en Caquetá una reunión exploratoria entre el gobierno colombiano y las disidencias de las FARC, que son comandadas por «Calarcá». En el encuentro Danilo Rueda, Alto comisionado para la paz, le explicó al jefe de ese grupo armado el concepto de paz total al que le apuesta el presidente Gustavo Petro.
Calarcá asumió esa disidencia, que se mueve en Cartagena del Chairá, Caquetá, tras la muerte de Iván Mordisco. En su contra hay orden de captura por el delito de concierto para delinquir, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y municiones, rebelión, reclutamiento ilícito y uso de menores de edad para la comisión de delitos. En su contra hay una recompensa de mil millones de pesos.
En el encuentro, en el cual también estuvo Dag Nagoda, enviado del gobierno de Noruega, y Raúl Rosende, jefe de misión adjunto de la ONU, las dos partes expresaron la disposición y necesidad de que estos diálogos estén ambientados por un cese del fuego bilateral.
Entre tanto, la disidencia señaló que para ellos la paz total “significa la erradicación de las causas generadoras del conflicto social y armado”.
En la reunión de este sábado también estuvieron los disidentes Ermes Tovar, Erika Castro y alias Alonso 45, quien es el jefe de otra red criminal autodenominado frente ‘Carolina Ramírez’, que nace de las disidencias del primer frente de las extintas Farc. Además, tiene lazos con el bando dirigido por Calarcá.
Alonso 45, cuyo nombre es Ebimilec Eregua Torres, tiene injerencia sobre Puerto Guzmán y Puerto Caicedo, Putumayo, y cuenta con unos 127 hombres bajo su mando.
Este es otra carta que destapa el gobierno en su apuesta de paz total con bandas, disidencias y ELN.
De hecho, en una reveladora entrevista con Yamid Amat en el Noticentro 1 de CM&, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, confirmó que Iván Márquez está vivo y que se han sostenido acercamientos indirectos con él en medio de los diálogos exploratorios de la paz total.
Las disidencias de las FARC traicionaron el acuerdo de paz firmado por el Estado y una guerrilla que decidió dejar las armas.
Según los organismos de inteligencia, estas disidencias están dedicadas al narcotráfico, la extorsión y el control territorial. De hecho, Humberto de la Calle, jefe del equipo negociador del gobierno en el proceso de La Habana, dijo que lo único que puede hacerse con Iván Márquez es que se someta a la justicia.
“No estoy de acuerdo con reabrir negociaciones con Iván Márquez. Ellos tuvieron su oportunidad. Creo que el camino que les queda es el sometimiento”, dijo De la Calle.
El exvicepresidente y ahora senador se preguntó: “¿Qué es lo que se puede negociar con el señor Márquez, que no se haya negociado en La Habana? ¿Quién nos garantiza que esta vez no vuelva a incumplir y que falte a su palabra, como lo hizo después de la firma del acuerdo?”.
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