La delegación del gobierno de Colombia que negocia un acuerdo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha afirmado a través de un comunicado su predisposición a sentarse de nuevo a la mesa de negociación, después de que en las últimas semanas las conversaciones quedaran congeladas en medio de los ataques de la guerrilla.
«Seguimos comprometidos y esperanzados en este camino, dispuestos a volvernos a sentar a la mesa, a resolver las dificultades mediante el diálogos, recuperar el cese al fuego y la participación de la sociedad en la paz», reza el comunicado lanzado este jueves por la noche.
El texto es una respuesta a la Conferencia Episcopal colombiana, que en las últimas horas reclamó al gobierno y al ELN que retomaran las conversaciones, después de que estas quedaran abruptamente interrumpidas tras el ataque a una estación militar en Arauca, que dejó tres muertos y más de 20 heridos.
«Estamos convencidos de que los caminos de la guerra no conducen a la paz y solo aumentan el dolos de la gente», señala el texto, en el que se agradece «el inmenso, vital y generoso apoyo» de la Conferencia Episcopal en este asunto.
En las últimas horas, las autoridades del gobierno colombiano han expresado también públicamente su predisposición a seguir negociando. Ya hace unos días, la cúpula del ELN reprochó al presidente Gustavo Petro su decisión de cancelar la mesa de diálogo y recordó que ya en otros conflictos anteriores las conversaciones se habían mantenido a pesar de las «operaciones» de las guerrillas.