El gobierno cubano justificó este miércoles el encarcelamiento del opositor José Daniel Ferrer desde hace casi dos meses, por un supuesto acto violento y negó que haya sido torturado o privado de alimentos, mentiras que atribuyó a Estados Unidos y a su Embajada en La Habana.
Un inusual artículo publicado hoy en el diario estatal Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba, único legal, es la primera reacción pública al caso por parte de las autoridades cubanas que califican a Ferrer de “agente asalariado al servicio de Estados Unidos, con una larga trayectoria de acciones de provocación”.
Ferrer, un disidente histórico de 49 años de edad, que ya pasó casi 8 años en prisión la pasada década, fue detenido el pasado 1° de octubre junto con otros activistas opositores y desde entonces permanece encarcelado en la provincia de Santiago.
La familia y compañeros del opositor, líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba, denunciaron falta de información y acceso a Ferrer, así como supuestas torturas físicas durante su aislamiento.
Culpas para Estados Unidos
El artículo de Granma, diario que fija la posición oficial del gobierno cubano en temas de actualidad, asegura que el opositor está pendiente de juicio, que ha recibido la visita de su familia y que ha contado con atención médica y asistencia religiosa.
“Todas las referencias a su desaparición física, el maltrato físico, la tortura, la mala alimentación son mentiras deliberadamente concebidas y orientadas por el gobierno de Estados Unidos y su Embajada en La Habana”, refirió el escrito.
En el documento se califican de “nueva campaña de calumnias y descrédito contra Cuba” las declaraciones de Washington respecto a este caso y se apunta a la Embajada de Estados Unidos en La Habana como “el vehículo fundamental de atención, orientación y financiamiento de la conducta de José Daniel Ferrer, en clara manifestación de intromisión en los asuntos internos de Cuba”.
“La jefa de la misión diplomática, Mara Tekach, conduce personalmente este desempeño”, insiste el Granma. Asimismo, el diario acusa a la misión diplomática de “reclutar mercenarios, promover la división y la confusión en nuestro pueblo. Además, identifica las áreas de la economía contra las cuales dirigir las medidas coercitivas”.
El artículo indica que a Ferrer lo detuvieron “en respuesta a la denuncia presentada por un ciudadano cubano, quien acusa a Ferrer y a otros tres individuos de haberlo secuestrado. Este hecho ocurrió una noche en la que le propinaron una severa golpiza que lo dejó en condiciones de ingreso hospitalario”.
Respuesta de Unpacu
El opositor Carlos Amel Oliva, portavoz de Unpacu, considera en declaraciones que el artículo de Granma es “una gran manipulación. Es una evidencia de que estamos en medio de un proceso judicial motivado por razones netamente políticas”.
“Estamos seguros de que el caso lo está llevando directamente la Seguridad del Estado porque han estado presentes en todos los momentos. Al igual se ha mantenido el contacto entre la familia, la policía y la Fiscalía”, aseguró.
Respecto al delito que se atribuye a Ferrer, Oliva replicó que “hay un cúmulo de personas que ha presentado denuncias ante la Fiscalía. Destacó que algunos por golpizas propinadas por la policía política, mientras han estado detenidos y a estas denuncias nunca la Fiscalía les ha dado curso”.
El opositor insistió en que la detención de su compañero se originó “sin órdenes de arresto ni de allanamiento”. Además, incluyó el decomiso de los materiales con los que Unpacu hace “activismo pacífico y trabajo social”.
“Si es un delito común ¿por qué procedieron a allanar la vivienda sin orden de registro?, ¿por qué ocuparon teléfonos celulares, mesas y sillas?”, criticó.
Presión Internacional para el gobierno
Atribuyó a la presión internacional las escasas visitas familiares que le han permitido a Ferrer. Su esposa “lo vio en una situación deplorable y que pasó 25 días en huelga de hambre sin atención médica”.
Respecto a las acusaciones del gobierno cubano contra la Embajada de Estados Unidos, el portavoz de Unpacu dijo que la misión diplomática “se ha comportado de manera solidaria con las víctimas de la represión del régimen cubano. Somos no solo opositores, sino periodistas independientes y artistas”.
“Por el hecho de disentir o tener una opinión diferente al PCC, el régimen cubano nos considera contrarrevolucionarios, mercenarios. En tal sentido, la respuesta que cabe darle al Granma es que si también dirán que los 2,5 millones de cubanos que votaron por el proyecto de nueva Constitución los motivó la embajada estadounidense”, agregó.
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