A fines de septiembre, el gobierno chileno encabezado por el presidente Gabriel Boric, anunció que había elegido seis áreas prioritarias para el establecimiento de nuevos proyectos de extracción de litio liderados por empresas privadas. Chile es el segundo mayor productor mundial de litio: un componente esencial de las baterías que alimentan dispositivos digitales, vehículos eléctricos, algunos dispositivos médicos y otras piezas tecnológicas importantes.
El gobierno ha dicho que comenzará a consultar a las comunidades indígenas que viven en las seis «áreas prioritarias» este mes. Sin embargo, desde hace mucho tiempo las comunidades indígenas y locales se han quejado de los efectos sobre la salud y el medio ambiente creados por las industrias.
Extracción de litio en el desierto de Atacama
Una región particularmente afectada por la extracción de litio es el salar del desierto de Atacama, que se está reduciendo a un ritmo de uno a dos centímetros (0,4 a 0,8 pulgadas) anuales como resultado. La región es el hogar del pueblo indígena atacameño, también conocido como Likan Antai. Según un censo chileno de 2002, había 21.015 individuos atacameños viviendo en Chile.
Sergio Chamorro, abogado del Consejo del Pueblo Atacameño y director de la Federación Nacional de Habitantes Urbanos, habló con Latin America Reports sobre los graves efectos que sufren las poblaciones locales que viven cerca de los sitios de extracción de litio y otras minas.
Chamorro, quien también es miembro de un grupo de defensa del medio ambiente en la ciudad de Calama, en el desierto de Atacama, explicó que la minería de litio utiliza grandes cantidades de agua en áreas «altamente desérticas y áridas», y agregó que el recurso de agua ha sido manejado por comunidades que han vivido en estas regiones hasta 11.000 años y, por lo tanto, son incluso «más antiguas que el Estado de Chile».
Agregó que el establecimiento de seis nuevos sitios para la extracción de litio es preocupante porque estos sitios «multiplicarán los problemas» dentro de las cuencas de drenaje de los salares debido a la defectuosa modelación hidrológica del territorio. Agregó que, si bien el
Estado y las empresas mineras tienen sus propias percepciones sobre el funcionamiento de las cuencas de drenaje de los salares, el conocimiento «territorial» y «ancestral» que poseen las comunidades nativas sobre la tierra les permite darse cuenta de que la modelación hidrológica actual que se utiliza actualmente para la minería «no se ajusta ni podría ajustarse a la realidad».
A Chamorro le preocupa que los nuevos sitios de extracción de litio «eventualmente sean sujetos de exploración y explotación» como resultado de la Estrategia Nacional de Litio del gobierno. Cree que hay una falta de comprensión sobre cómo funcionan los ecosistemas de estos salares.
Esfuerzos para que la minería sea más limpia y sostenible
Consultado sobre si estaba convencido de que el gobierno chileno consultaría con precisión a las comunidades indígenas cuyos territorios se verán afectados por los nuevos sitios de extracción de litio, Chamorro enfatizó que, como abogado, no representa a ninguna comunidad indígena y que no puede pretender ser un vocero de ellas. Sin embargo, explicó que es un paso «muy importante» que el gobierno chileno haya reconocido la necesidad de respetar el Convenio de Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo, que exige que se consulte a los pueblos indígenas sobre los acontecimientos que puedan afectar sus vidas o su territorio.
CleanTech Lithium, una empresa que busca ser el principal proveedor de litio «verde» y afirma que tiene una «mentalidad social» y está «impulsada por el medio ambiente», está planeando actualmente un proyecto de litio en Laguna Verde, en la región del desierto de Atacama. El proyecto ha recibido «prioridad» del gobierno chileno, pero Chamorro y otros activistas ambientales creen que «no existe la minería sostenible».
El litio generalmente se extrae a través de estanques de evaporación, que es un proceso largo y que requiere mucha agua y puede dañar el entorno natural y las comunidades que viven en los alrededores. Empresas como CleanTech Lithium, que están explorando opciones más ecológicas, afirman que la «extracción directa de litio» podría ser una alternativa sostenible. Sin embargo, Chamorro asegura que «no hay certeza científica» sobre los daños que podría causar este «desconocido» método de extracción.
Si la minería de litio no cesa, Chamorro teme que en zonas de Chile se produzcan tragedias similares al «daño ambiental irreparable» sufrido por el salar de Punta Negra, en el norte de Chile, donde los niveles de agua bajaron drásticamente como consecuencia de la extracción excesiva de agua por parte de la minera de cobre Minera Escondida. Chamorro dice que la minería de cobre en Punta Negra provocó la muerte de diversa flora y fauna de la zona.
La minería del cobre ha tenido graves efectos en otros lugares, como en Calama, donde la contaminación creada por la industria ha causado graves problemas de salud. Chamorro dice que el cáncer es actualmente la principal causa de muerte en la ciudad debido a la contaminación, y que los médicos pertenecientes a organismos como el Colegio Médico de Chile han declarado que debe haber una «alerta oncológica» para la comunidad de Calama.
En cuanto a la acción comunitaria contra la minería y extracción de litio, Chamorro explica que los habitantes de la región desértica de Atacama «se despliegan y se expresan de distintas formas», y agrega que son un «pueblo de diálogo» que busca entablar conversaciones con el Estado, así como con las empresas mineras y extractivas.
Por Elizabeth Bratton. Es reportera becaria de Latin America Reports. Ha trabajado y vivido en Uruguay, donde reportó para la diaria. También escribe para Varsity, el periódico estudiantil de la Universidad de Cambridge, donde estudia Lenguas Modernas.