El gobierno británico anunció este lunes varios cambios en su ejecutivo, entre ellos el inesperado regreso a la política del antiguo primer ministro David Cameron, nuevo canciller, en sustitución de James Cleverly, que pasó a la cartera de Interior, tras la destitución de su titular, Suella Braverman.
Este movimiento a tres bandas fue provocado por la decisión del primer ministro Rishi Sunak de cesar a Braverman, tras sus críticas a la policía y después de haberse visto envuelta en varias polémicas.
Esta reorganización buscaría dar impulso al partido conservador en el poder de cara a las elecciones legislativas del próximo año, informaron varios medios británicos, cuando los sondeos dan a los laboristas como ganadores.
«Hoy, @RishiSunak está fortaleciendo su equipo de gobierno para implementar decisiones a largo plazo para un futuro mejor», afirmó el partido conservador gobernante en X (antes Twitter).
David Cameron había dejado el poder en 2016, tras la victoria del Brexit en el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, a la que el entonces líder conservador se oponía, y no le quedó otra opción que dimitir.
El entonces primer ministro había perdido su apuesta al impulsar un referéndum de alto riesgo sobre una cuestión que fragmentaba al partido conservador desde hacía tiempo.
Para poder entrar en el gobierno, cuando no era diputado, David Cameron fue nombrado en la cámara alta del Parlamento británico, la de los Lores, según Downing Street.
La situación de Suella Braverman llegó a un punto crítico a finales de la semana pasada cuando desde varios frentes se pidió su cese, después de que la ministra criticara, en una columna en The Times, a la policía de Londres, tras la autorización de la marcha propalestina que tuvo lugar el sábado.
El artículo no había recibido luz verde de Downing Street, contrariamente a las normas a seguir, con comentarios, por parte de Braverman, que socavaban la independencia operativa de la policía.
Con las elecciones legislativas en el horizonte, que deben celebrarse antes de enero de 2025, y con los laboristas con amplia ventaja en los sondeos, se esperaba una reorganización del gobierno desde hace semanas, con la esperanza de cambiar las intenciones de voto.