La nueva gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, solicitó una reunión «cuanto antes» con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y así poder «dialogar sobre los asuntos de importancia para Puerto Rico, tales como los fondos de la recuperación y los de Medicaid».
Junto a Jennifer M. Storipan, directora ejecutiva de la Administración de Asuntos Federales de la isla, y a Philippe A. Mesa, secretario de Política Pública, Vázquez mantuvo una comunicación con Doug Hoelscher, asesor del presidente Trump y director de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales en la Casa Blanca.
Esta es la primera comunicación de Vázquez desde que jurara como gobernadora de la isla el pasado 7 de agosto.
La gobernadora estableció que una de sus metas principales es restablecer la credibilidad y transparencia en los procesos que se dan entre el gobierno de Puerto Rico y el de Estados Unidos.
«En el proceso de restablecer la credibilidad es de suma importancia abrir canales de comunicación y reafirmar el compromiso de esta Administración con Puerto Rico, para que se logre esa meta. Agradezco al señor Hoelscher y a su equipo de trabajo por el interés que han demostrado en nuestra isla», indicó la gobernadora en un comunicado difundido este viernes.
Nic Pottebaum y Dan Horning, de la oficina de IGA de la Casa Blanca, también participaron de la llamada con la gobernadora, la cual fue solicitada por la IGA a través de PRFAA.
«Estoy en la mejor disposición de colaborar con el presidente Donald Trump y su (gobierno) en los asuntos que afectan a la isla y a sus 3,2 millones de ciudadanos estadounidenses. He tenido la oportunidad de reunirme con nuestra comisionada residente, Jenniffer González, en varias ocasiones y contamos con una excelente relación de trabajo, en la que ambas tenemos como norte lograr lo mejor para Puerto Rico», puntualizó la mandataria.
Trump fue crítico con el Ejecutivo de la isla durante el mandato del ex gobernador Ricardo Rosselló.
En los últimos dos años, Trump ha criticado duramente a Puerto Rico, un territorio que, como estado libre asociado de Estados Unidos, no tiene derecho a sufragio en la elección del presidente.