Un asesor del ministro de Transporte de España, José Luis Ábalos, y un diplomático del Ministerio de Asuntos Exteriores, acompañaron a Delcy Rodríguez en la terminal ejecutiva del aeropuerto de Barajas hasta que la Policía la trasladó a la T-4 para que tomase el vuelo comercial a Doha.
Aunque Ábalos afirmó que su permanencia en el avión de Rodríguez fue por 20 minutos, las fuentes revelaron a Vozpopuli que su visita fue una hora y 30 minutos.
Después de ello, Ábalos abandonó el aeropuerto. Sin embargo, su asesor y un diplomático del área de Protocolo de Exteriores se quedaron varias horas con la funcionaria del régimen de Nicolás Maduro en la sala alquilada por la compañía Sky Valet en la terminal ejecutiva para vuelos privados que hay en la T-1.
«El ministro Ábalos le pidió a su asesor que se asegurara de que la escala se gestionaba lo más rápido posible», reveló un portavoz del Ministerio de Transporte.
En la sala VIP hubo un amplio despliegue policial que obligó a los presentes a cambiarse de sitio porque la Policía no selló en ningún pasaportes de los miembros de la delegación venezolana.
Aviso mientras volaba
La embajada venezolana en Madrid informó que la funcionaria del régimen viajaba cuando quedaban cuatro horas de vuelo. Así lo informó Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores.
«El problema surge a continuación porque los pilotos del avión en el que venía la vicepresidenta tenían imperativamente que descansar por razones de seguridad», dijo González Laya.
«Técnicamente, la vicepresidenta no llegó a entrar en España y su escala obedeció a razones de fuerza mayor: el descanso imperativo de la tripulación. La UE reconoce a los Estados miembros el margen necesario de interpretación para ejecutar las sanciones aplicando el sentido común», insistió González Laya.
Esta situación ha generado críticas dentro del gobierno español, sin embargo, las autoridades europeas no han dando un pronunciamiento oficial al respecto.