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Fuerzas israelíes combaten a Hamás en el sur de la Franja de Gaza

por Avatar AFP

Fuerzas israelíes enfrentaban el martes a combatientes de Hamás en el sur de la Franja de Gaza tras expandir su ofensiva en el asediado territorio palestino, donde la ONU advierte de «un escenario aún más infernal» para los civiles atrapados.

Israel inicialmente centró su ofensiva en el norte de Gaza, pero el ejército comenzó a lanzar volantes en partes del sur, avisando a los civiles palestinos de que deben huir a otras zonas.

Tanques israelíes, vehículos armados y buldóceres fueron observados el lunes cerca de la ciudad sureña de Jan Yunis, en Gaza, repleta de civiles que huyeron de sus casas más al norte al inicio de la guerra, dijeron testigos a AFP.

El ejército afirmó el lunes que estaba lanzando acciones «agresivas» contra «Hamás y otras organizaciones terroristas» en Jan Yunis, y advirtió de que la carretera principal en el norte y este de la ciudad «constituye un campo de batalla».

En la noche, testigos informaron a la AFP de violentos combates cerca de Jan Yunis y bombardeos aéreos en Rafah, en el extremo sur del territorio. La agencia palestina Wafa informó de «varios» muertos en un ataque en ciudad de Gaza.

Hamás aseguró en Telegram que sus combatientes alcanzaron dos vehículos militares y un tanque cerca de Jan Yunis. También se lanzaron cohetes desde Gaza hacia el territorio israelí.

El ejército israelí notificó el martes la muerte de otros tres soldados en Gaza, elevando a 78 sus bajas en este territorio.

En tanto, organizaciones internacionales de ayuda advirtieron de que los civiles en el territorio densamente poblado se están quedando sin sitios a donde huir.

«Ningún lugar es seguro en Gaza y no hay a dónde ir», afirmó Lynn Hastings, coordinadora humanitaria de la ONU para los territorios palestinos.

«Un escenario aún más infernal está por ocurrir, uno en el que las operaciones humanitarias podrían no ser capaces de responder», indicó Hastings en un comunicado.

Israel declaró la guerra a Hamás luego del ataque del 7 de octubre de la organización islamista, que dejó 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, según las autoridades israelíes.

En respuesta, Israel prometió erradicar a Hamás y liberar a todos los rehenes en Gaza.

El ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, afirma que la guerra ha cobrado casi 15.900 vidas en el territorio, 70% de ellas de mujeres y niños.

«Como un terremoto»

En la ciudad de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, el poblador Abu Jahar al-Hajj contó que un bombardeo aéreo cerca de su casa se sintió «como un terremoto».

«Trozos de hormigón comenzaron a caernos encima», relató.

En Deir al-Balah, más al norte, Walaa Abu Libda se refugió en un hospital pero dijo que su hija de cuatro años permanecía atrapada en los escombros.

«No sé si está muerta o viva», expresó Libda, una de las 1,8 millones de personas desplazadas en Gaza, casi tres cuartos de su población, según datos de la ONU.

El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, publicó en la red social X que Israel instó a esta entidad a retirar sus suministros de un «almacén médico en el sur de la Franja de Gaza en un plazo de 24 horas». Israel lo negó el martes.

Estados Unidos, aliado clave de Israel, advirtió de que debía hacer más para evitar las muertes civiles al trasladar sus operaciones al sur.

Israel indicó el lunes que no busca obligar a los palestinos a dejar sus casas permanentemente, y aseguró que busca apoyo de grupos de ayuda para mejorar la infraestructura en la región costera de Al Mawasi, en Gaza.

«Le hemos pedido a los civiles evacuar el campo de batalla y hemos designado zonas humanitarias dentro de la Franja de Gaza», aseguró el portavoz militar israelí Jonathan Conricus.

Un alto cargo militar israelí admitió en condición de anonimato que alrededor de dos civiles han muerto por cada combatiente de Hamás en la Franja de Gaza.

«Espero que eso (la tasa) sea mucho más baja» en la siguiente fase de la guerra, agregó un militar israelí.

Para ello, según las autoridades, el ejército utiliza un complejo software de mapeo para seguir los movimientos de pobladores dentro de Gaza y emitir órdenes de evacuación basado en señales de teléfono móvil, vigilancia aérea y fuentes locales, así como inteligencia artificial.

Pero la agencia humanitaria de la ONU, OCHA, cuestionó la utilidad de esa herramienta en una zona donde el acceso a las telecomunicaciones y la electricidad es esporádica.

El lunes, todos los servicios de telefonía móvil fueron suspendidos en Gaza «debido al corte de las principales rutas de fibra en el lado israelí», según el operador palestino Paltel.

Netblocks, el monitor mundial de redes, confirmó el martes que los pobladores de Gaza enfrentan «una pérdida total de comunicaciones».

Colapso de la tregua

Los últimos combates se dieron tras el colapso de una tregua el pasado viernes, bajo la cual numerosos rehenes en manos de Hamás fueron liberados a cambio de prisioneros palestinos.

El ejército israelí asegura que al menos 137 rehenes continúan en Gaza, pero Hamás descartó nuevas liberaciones mientras no se alcance un alto el fuego permanente.

Según el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, una de las causas del colapso de la tregua es que Hamás no quiere que los rehenes «hablen de lo que les ocurrió durante su tiempo» de cautiverio.

La policía israelí investiga evidencia de violencia sexual contra mujeres durante los ataques del 7 de octubre.

Un jefe policial dijo recientemente al Parlamento israelí que una investigación recopiló más de 1.500 testimonios. Las denuncias incluyen violaciones colectivas y mutilaciones post mortem.

La guerra generó temores de una conflagración regional, con ataques frecuentes entre Israel y el movimiento proiraní Hezbolá en Líbano.

El ejército israelí dijo el martes que su aviación atacó posiciones de Hezbolá en Líbano en respuesta a sus ataques del lunes contra Israel.

Cisjordania ocupada también ha visto un aumento de la violencia, con más de 250 palestinos muertos allí desde el inicio de la guerra, según las autoridades palestinas.