La divisoria entre el Líbano e Israel se mantiene en calma desde el inicio de la pausa humanitaria en la Franja de Gaza a primera hora de este viernes, sin que el grupo chií libanés Hizbolá haya reivindicado ningún ataque por primera vez en casi siete semanas de fuego cruzado.
«Una calma tensa prevalece en la frontera sur con la entrada en vigor de la tregua humanitaria en Gaza a las 7.00 de la mañana (5.00 GMT)», informó la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN), al especificar que también las localidades del distrito septentrional de Tiro registran hoy «un ambiente casi normal».
En las horas siguientes a la implementación de la pausa en Gaza, Hizbolá no ha anunciado ninguna acción contra el norte de Israel, después de perpetrar ayer más de una veintena de ataques en su jornada más violenta desde el inicio del fuego cruzado con el Estado judío el pasado 8 de octubre.
Fuentes cercanas al grupo chií habían asegurado que este se adheriría a la tregua en el enclave palestino, pero hasta el momento no ha habido ningún anuncio oficial al respecto.
Tras el recrudecimiento de la violencia fronteriza en las horas anteriores a la tregua, la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) volvió a expresar hoy su preocupación por la «intensificación de los intercambios de fuego» y alertó de que el estallido «ya se ha cobrado demasiadas vidas».
«Como cascos azules, urgimos a aquellos que intercambian disparos a través de la Línea Azul (frontera de facto) a que paren este ciclo de violencia. Cualquier mayor escalada en el sur del Líbano podría tener consecuencias devastadoras», dijo en un comunicado el comandante de la FINUL, teniente general Aroldo Lázaro.
En el marco de la guerra de Gaza, Hizbolá e Israel han estado enzarzados en sus peores ataques cruzados desde la guerra librada por ambos en 2006, un estallido que deja ya más de 26.000 desplazados, al menos 77 muertos y cerca de 300 heridos solo en territorio libanés.
La tregua iniciada hoy en la Franja, que se prolongará durante cuatro días, forma parte de un acuerdo alcanzado por el Estado judío y el movimiento islamista palestino Hamás para el intercambio de prisioneros, con el objetivo de que acelere también la entrada de ayuda humanitaria al enclave.