El presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió este martes ante la ONU construir un nuevo orden mundial que no esté definido por la rivalidad entre EE UU y China. Advirtió que los europeos no cederán ante el intento de Washington de restaurar las sanciones internacionales a Irán.
En un largo discurso virtual ante la Asamblea General de la ONU, Macron argumentó que la pandemia debería cambiar la manera de pensar. “Debería actuar como un shock eléctrico, como algo que obliga a despertar y salvar vidas. Y a replantearse una deriva global que ya tendía hacia el nacionalismo y que se ha acelerado con la nueva crisis“.
Agregó: “El mundo de hoy no puede reducirse a la rivalidad entre China y Estados Unidos, por mucho peso mundial que tengan esas dos potencias”.
El presidente de Francia habló poco después de que sus homólogos, Donald Trump y Xi Jinping, se dirigieran también a la Asamblea General y se enzarzaran en acusaciones mutuas por la crisis del covid-19.
“Debemos construir un nuevo orden. Y eso significa que Europa tiene que asumir plenamente su responsabilidad. Sin limitarse a ser los espectadores decepcionados de una impotencia colectiva, sino comprometidos a utilizar sus márgenes de maniobra”.
Las bases
El líder de Francia instó a concebir las bases de una nueva globalización, más justa, más equilibrada, más equitativa y más duradera. Pidió que integre la lucha contra las desigualdades de todo tipo y contra el calentamiento global.
Prometió hacer propuestas pronto en ese sentido, y adelantó que “África será, con Europa, el motor de esa redefinición de los términos de la globalización”.
Macron se refirió también a las tensiones actuales en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde EE UU -tras fracasar en su intento de prorrogar el embargo de armas contra Irán- ha invocado una cláusula del acuerdo nuclear para pedir el restablecimiento de todas las sanciones internacionales levantadas con la aprobación del pacto.
“Francia, con sus aliados alemanes y británicos, mantendrá su exigencia de implementar plenamente el acuerdo de 2015. Y no cederá ante la activación de un mecanismo que Estados Unidos, al salir del acuerdo, no está en situación de activar”, alertó.
El presidente repasó además la situación en Libia, Mali, Siria y el Mediterráneo, y celebró la normalización de relaciones entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
Sin embargo, aseguró que esos acuerdos, mediados por Washington, no pueden sustituir a las “negociaciones valientes” de las que tendrá que surgir necesariamente cualquier pacto de paz entre israelíes y palestinos.
“Yo no creo en una paz que se construya sobre la hegemonía o la humillación. Y menos aún si es sobre la compensación monetaria. Porque sabemos que la humillación de un pueblo no puede compensarse con dinero”, subrayó en referencia al plan de paz de la Casa Blanca, que apuesta por enormes inversiones en los territorios palestinos.