Las fuerzas de seguridad en Francia detuvieron a 875 personas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, en la tercera jornada de disturbios nocturnos por la muerte de un joven baleado por la policía, según un balance final de las autoridades.
El Ministerio del Interior informó de la detención de 875 personas, entre ellas 408 en París y sus suburbios, del ataque a 492 edificios, la quema de 2.000 vehículos y 3.880 incendios en las calles durante la pasada noche.
El ministro del ramo, Gérald Darmanin, había ofrecido en la mañana un primer balance de 667 detenidos y 249 policías y gendarmes heridos, ninguno de ellos de gravedad.
Durante la pasada noche, grupos de manifestantes dañaron edificios públicos, saquearon tiendas y quemaron vehículos en numerosas ciudades de Francia, sobre todo en la periferia de París.
El regulador del transporte público en la región parisina IDFM anunció este viernes la suspensión hasta nueva orden del servicio público de autobuses y tranvías durante la noche a partir de las 21H00, como ya hizo la víspera.
La violencia estalló el martes en las afueras de la capital después de la muerte de Nahel, de 17 años, por un disparo a quemarropa de un agente en un control vial que quedó registrado en video.
El agente, de 38 años de edad, fue puesto en prisión preventiva acusado de homicidio voluntario.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, convocó una reunión de crisis este viernes, la segunda en dos días, en la que «todas las opciones» están sobre la mesa, entre ellas declarar el estado de emergencia, según su primera ministra, Élisabeth Borne.