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Florida ya es republicana y trumpista, pero se le atravesó el aborto en las presidenciales

por Avatar EFE

Florida ya se salió del paquete de estados bisagra en Estados Unidos y se ha consolidado como republicana y además trumpista, pero de repente hay una luz de esperanza demócrata con la radicalización en la prohibición del aborto que impulsan los conservadores en el país.

En el «Estado del sol» además entra en vigor este 1 de mayo una de las mayores restricciones al aborto: a partir de las seis semanas de gestación, nueve menos que la norma vigente.

Este impulso antiaborto nacional, que además revivió recientemente en Arizona una drástica ley de 1864, podría estar jugando durante los seis meses restantes de campaña a favor de la reelección del presidente Joe Biden frente al exmandatario Donald Trump (2017-2021), el eventual candidato del Partido Republicano.

Y aunque los codiciados 30 votos electorales de Florida parecen ya pertenecer a Trump, puede haber aún una sorpresa, y devolver al estado su tonalidad púrpura.

No en vano el presidente Biden tiene previsto visitar este martes Tampa, en la costa oeste de Florida, donde pronunciará un discurso sobre los derechos reproductivos.

Sin embargo, en las encuestas Trump ha mantenido una ventaja sólida en Florida frente a Biden, que fue 50%-42% en un sondeo de la semana pasada de la Florida Atlantic University (FAU).

Pero a la hora de preguntar sobre el aborto, el terreno es aún gris.

En el mismo sondeo, 49% de los votantes apoya la Enmienda 4, que busca ampliar a 24 semanas la posibilidad de abortar en Florida, mientras que 32% está indeciso y 19% se opone a este plebiscito, que requiere 60% de aprobación.

«Dado que casi un tercio no sabe cómo votaría, esto significa que podría ir en cualquier dirección en noviembre», expresó Luzmarina García, profesora de Ciencias Políticas en la FAU.

No obstante para el estratega republicano Alfonso Aguilar es la agenda woke, progresista que empujan los demócratas, la que tiñó de republicano al estado. «Eso realmente ha caído muy mal en la Florida», dijo a EFE.

«Definitivamente Florida se ha convertido en un estado sólidamente rojo», subrayó.

El estratega manifestó que los republicanos cuentan para las elecciones de noviembre con Florida, el tercero con mayor cantidad de votos electorales después de California (64) y Texas (40).

Aseguró que como es obvio la atención primaria va a ir a los estados «péndulo» como son Pensilvania (19 votos electorales), Georgia (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6).

En el mismo sentido se expresó el politólogo Eduardo Gamarra, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU).

Los recursos de campaña que en algún momento tuvo el «estado del Sol», en su mayoría están destinados a otros estados porque «el camino a la Casa Blanca no pasa por la Florida», expresó.

Gamarra además recordó que un estudio de este año de FIU evidenció que en Florida, al igual que en Texas, estados de gran población hispana, hay una tendencia clara de que sus votantes demócratas se están volviendo republicanos.

Además, entre los votantes registrados en general en el estado, en 2023, los republicanos superaron por primera vez a los demócratas. Para diciembre eran 5,1 millones y 4,3 millones, respectivamente. Sin embargo, otra tendencia es el incremento de votantes independientes, con 3,5 millones.

Los demócratas no han ganado Florida a nivel presidencial desde 2012, y la mediocre participación de sus votantes en 2022, inclusive en el demócrata condado de Miami-Dade, ofreció al gobernador Ron DeSantis una reelección con una ventaja histórica.

En 2016 Trump le ganó a Hillary Clinton en Florida y también a Biden en 2020. Sin embargo, ese año las cuentas no le alcanzaron para su reelección gracias a que el demócrata le arrebató al republicano cinco de los ‘swing states’, exceptuando Nevada.

Biden y Trump buscarán hacerse el próximo 5 de noviembre con al menos 270 votos electorales de un total de 538 para ganar la Presidencia.

En Florida ese día, los votantes podrán revertir la mano dura sobre el aborto gracias a la Enmienda 4, considerada «radical» por DeSantis. Será una fecha clave para determinar qué tan conservadora realmente se ha vuelto Florida.