Un estadounidense, condenado a muerte por un asesinato cometido en 1990 cuando estaba prófugo por un homicidio anterior, fue ejecutado el jueves en Florida, informaron las autoridades, en la primera ejecución en más de tres años en ese estado del sureste de Estados Unidos.
Donald Dillbeck, ejecutado por inyección letal el jueves por la noche, había matado a una mujer en un aparcamiento de la capital de Florida, Tallahassee, mientras huía de una condena a cadena perpetua por matar a un agente de policía en 1979, cuando tenía 15 años de edad, según medios locales.
Dillbeck llevaba 32 años en el corredor de la muerte, indicó el diario Tallahassee Democrat.
La Corte Suprema de Estados Unidos le negó un recurso de última hora.
La familia de la víctima de 1990, que estaba presente, agradeció al gobernador Ron DeSantis la aprobación de la ejecución.
El día en que firmó la orden, este republicano conservador sugirió la idea de facilitar las sentencias de muerte, reduciendo el número de votos necesarios en un jurado penal para imponer la pena capital a un acusado, según Tallahassee Democrat.
En sus últimas palabras, Dillbeck atacó al gobernador, una estrella emergente de la derecha, del que muchos anticipan una candidatura a la Casa Blanca en 2024.
«Sé que hice daño a la gente cuando era joven. Realmente metí la pata», dijo, según recoge Tallahassee Democrat. «Pero sé que Ron DeSantis lo hizo mucho peor. Le quitó muchas cosas a mucha gente».
Dillbeck es la séptima persona ejecutada en Estados Unidos en lo que va de año, la número 100 en Florida desde 1976, cuando terminó una breve moratoria sobre la pena de muerte en el país.