El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, expresó su preocupación por la persecución judicial de ex presidentes izquierdistas en América Latina. Además, hizo un alegato en favor de la liberación del ex mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
“¡Lula libre!”, exclamó Fernández al mencionar al ex gobernante brasileño durante una conferencia magistral en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de Ciudad de México.
Sus palabras desataron un estruendoso aplauso por parte de los estudiantes presentes.
Fernández dijo que Lula, igual que el ex presidente de Ecuador Rafael Correa y la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta electa, son víctimas de un sistema judicial articulado para perseguir.
“Correa terminó exiliado, Lula preso y Cristina amenazada sistemáticamente”, reprochó Fernández.
Atribuyó la situación jurídica de los tres ex mandatarios a una represalia por haber trabajado por la igualdad de la sociedad cuando estaban en el poder.
Izquierda en América Latina
También celebró que en el caso de Cristina Fernández, investigada por corrupción, la supuesta persecución no pudo avanzar.
Añadió que ese caso judicial se basaba en mentiras y que los argentinos la eligieron y le dieron fueros.
“Tal vez a Lula no lo perdonaron porque consiguió lo que nadie había conseguido en Brasil: que la mitad de los brasileros formara parte de la clase media. Hasta entonces, un sector muy chiquito concentraba la riqueza”, expresó.
También tuvo palabras en apoyo al presidente de Bolivia, Evo Morales, cuya victoria electoral del pasado 20 de octubre en la que terminó reelegido para un cuarto mandato ha sido cuestionada.
“¿Qué es lo que no le perdonan a Evo Morales? ¿Que cambió la estructura de poder en Bolivia y que es un ejemplo en América Latina que no deja de crecer, que tiene superávit fiscal y que da oportunidades a los bolivianos?”, preguntó.
Por todo ello, Fernández reivindicó que América Latina necesita jueces que hagan justicia. “No que sirvan a los poderosos”, dijo.
Fernández, quien el 27 de octubre ganó las presidenciales argentinas con 48,10% de los votos, se encuentra en México para tejer alianzas con el gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador.