Alberto Núñez Feijóo anunció este lunes que ya ha mantenido las primeras conversaciones para lograr un acuerdo de investidura que, sin embargo, los números parecen negarle.
El candidato del PP informó ante la Junta Directiva Nacional de su partido que ha hablado con el presidente de Vox, Santiago Abascal; y con el del PNV, Andoni Ortuzar. También con el líder de UPN, Javier Esparza, que se ha comprometido a apoyarle si da el paso; y con el de Coalición Canaria, Fernando Clavijo.
La estrategia de Feijóo tras la victoria insuficiente del domingo pasa por mover ficha antes que Pedro Sánchez, para visibilizar que fue él quien ganó las elecciones, con un margen de 14 escaños respecto a su principal rival y un crecimiento de 47 diputados y tres millones de votos respecto a las generales de noviembre de 2019.
«Exploraremos todas las vías para dotar a España de un gobierno», prometió ante su partido, que cerró filas con su líder. En primera fila le escuchaban todos los presidentes regionales del partido. Era un ambiente muy distinto al que se vivió en esa misma sala tras las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
Feijóo busca un acuerdo de investidura
«Mi deber es liderar las conversaciones desde el respeto a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos, sin apriorismos ideológicos. España no puede permitirse alianzas a la contra ni bloqueos. Los españoles no pueden quedar atrapados en bloques ni bloqueos ni permitir que el país se balcanice», insistió.
El presidente de los populares reconoció abiertamente que el resultado no ha sido el esperado: «No hemos alcanzado todas nuestras expectativas». «No me arrepiento exigirme ganar por mucho frente a los partidos que se conforman con perder por menos», añadió. Aunque también reivindicó la importancia de ser el grupo parlamentario más numeroso -136 escaños- y tener mayoría absoluta en el Senado.
Y alertó de lo perjudicial que sería «una coalición de perdedores con aún mayores exigencias» por parte de populistas e independentistas. «Sería un escenario implanteable, necesitaría a más partidos para gobernar», remachó.