Martin Reynolds, el exsecretario personal del antiguo primer ministro británico Boris Johnson, admitió este lunes que el gobierno no estaba preparado para lidiar con la pandemia de covid, al declarar ante la investigación oficial sobre la crisis sanitaria.
Reynolds, que en febrero de 2022 dimitió por su implicación en las fiestas organizadas en Downing Street durante los confinamientos, reconoció que, visto con «retrospectiva», «se deberían haber comprobado mejor» las disposiciones previstas.
A preguntas del abogado Hugo Keith, que se ocupa del interrogatorio en la pesquisa presidida por la antigua jueza Heather Hallett, el alto funcionario concedió que había «ineficiencias» en la llamada Oficina del Gabinete, que coordina la actividad del Ejecutivo y los ministerios.
«Creo que el verdadero desafío para la Oficina del Gabinete (…) es que no contaba con los planes y procedimientos adecuados para pasar de la etapa inicial a la etapa de crisis, y gestionarla del modo en que se hubiera hecho en una crisis normal», declaró.
Explicó que, sin esos protocolos concretos para una situación específica, «a la maquinaria le resulta muy difícil funcionar».
Reynolds, que comparece antes que su homólogo Imran Shafi y el exdirector de comunicaciones de Johnson Lee Cain, es conocido en Reino Unido porque el 20 de mayo de 2020, cuando estaban prohibidos los encuentros con más de una persona fuera del núcleo familiar, invitó a unos 100 colegas a «traer su propia bebida» a una fiesta en los jardines de Downing Street, residencia y despacho oficiales del primer ministro.
Durante su testimonio, el también antiguo embajador británico en Libia admitió asimismo que, al inicio de la pandemia a principios de 2020, había un ambiente «enrarecido» en la sede del gobierno británico, porque se temía que el súperasesor de Johnson Dominic Cummings —que declarará el martes— recortara drásticamente el número de funcionarios.
Reynolds rechazó que Johnson, que anunció su dimisión en julio de 2022 por los escándalos internos, subestimara los efectos del covid y afirmó que simplemente el exlíder conservador «es instintivamente optimista» y creía que su papel era «proyectar confianza».
Hallett abrió el pasado octubre la segunda de cuatro partes de la investigación oficial sobre la pandemia, que en esta etapa analiza las decisiones que tomaron el gobierno conservador y otras autoridades para afrontar la crisis, entre enero de 2020 y el levantamiento de las restricciones en febrero de 2022.
La pesquisa sobre la gestión de una crisis que causó más de 226.000 muertes en Reino Unido, encargada por el propio Ejecutivo, no hallará culpables, sino que emitirá recomendaciones para mejorar el sistema, aunque el gobierno no está obligado a adoptarlas.