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Exrelator de ONU: Extradición de Saab viola el derecho internacional

por Avatar EFE

El proceso de extradición en Cabo Verde del empresario colombiano Alex Saab, acusado de ser testaferro de Nicolás Maduro, y reclamado por Estados Unidos, «viola los fundamentos del derecho internacional», aseguró este jueves el exrelator de las Naciones Unidas Alfred de Zayas.

En un artículo publicado en la revista caboverdiana Santiago Magazine, De Zayas, exrelator de la ONU sobre Promoción de un Orden Internacional Democrático y Equitativo (2012-2018) también señaló que el caso «ignora los derechos humanos» del supuesto testaferro.

El empresario colombiano fue detenido el 12 de junio cuando su avión hizo escala para surtir combustible en el Aeropuerto Internacional Amílcar Cabral de la isla de Sal (el más importante de Cabo Verde), en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de Interpol por supuestos delitos de blanqueo de dinero.

El propio Saab sostiene que, en el momento del arresto, viajaba a Irán en una «misión humanitaria especial bajo el título de enviado especial, con total inmunidad bajo el derecho internacional», toda vez que Venezuela asegura que es un ciudadano venezolano y un «agente» del régimen que estaba «en tránsito» en Cabo Verde.

Según el exrelator, «esta detención la realizaron antes de la emisión de la notificación de Interpol y, por tanto, sin mandato internacional válido y de manera totalmente irregular, debido a que, como enviado especial, Saab goza de inviolabilidad e inmunidad diplomática», como argumenta la defensa del presunto testaferro.

«Además, en el momento de su detención, al enviado especial lo agredieron. Esto lo denunciaron ante el sistema judicial caboverdiano y fue sólo el comienzo de un proceso judicial que actualmente acumula numerosas irregularidades y graves violaciones de los derechos fundamentales garantizados por cualquier Estado de Derecho», manifestó.

Pésimas condiciones en la cárcel

De Zayas, que en 2017 se convirtió en el primer relator de la ONU en visitar Venezuela en 21 años, también apuntó que Saab «sobrevive en condiciones infrahumanas en una celda de dos metros cuadrados en una prisión de Sal, donde lo obligan a hacer sus necesidades y limpiarse, sin luz y con altas temperaturas».

Se trata, subrayó, de «una situación extrema que está afectando directamente el delicado estado de salud del enviado especial, que ya tenía graves problemas cardíacos, de glucosa y tiroides, así como una operación en el estómago por causa de un tumor canceroso».

A ese respecto, el abogado estadounidense recordó que el presunto testaferro envió una carta al director de la cárcel para solicitar el arresto domiciliario y acceso a atención médica, pero «esta solicitud la rechazaron».

De Zayas remarcó, asimismo, que «si bien la separación de poderes debe ser una máxima inalterable, en este caso no se puede ignorar el contexto político. La política estadounidense de bloqueo a Venezuela es evidente, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista diplomático y político».

Una estrategia de EE UU

Washington, prosiguió, «hace uso de este tipo de proceso judicial para lograr su objetivo: hacerse con el control de Venezuela. Por tanto, la solicitud de extradición del enviado especial Alex Saab emitida por Estados Unidos es solo una acción más en la línea estratégica de ese país».

El exrelator concluyó que Cabo Verde «parece tomar posición en el conflicto entre ambos países, manteniendo vigente su detención a pesar de su inviolabilidad e inmunidad diplomáticas y desarrollando un proceso que viola los fundamentos del derecho internacional e ignora los derechos humanos del señor Saab».

Tanto el gobierno como un tribunal del país africano han aprobado la extradición del empresario colombiano a EE UU, si bien la defensa interpuso un recurso de apelación contra la decisión de esa corte ante el Supremo Tribunal de Justicia de Cabo Verde.

El nombre de Saab, que cuenta en su equipo legal con expertos internacionales como el exjuez español Baltasar Garzón, apareció en la prensa cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro.