Expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba dijeron este domingo que evalúan la carga de contaminantes emitida a la atmósfera tras el incendio de gran magnitud que ocurrió el viernes en dos tanques de combustible de la zona industrial de Matanzas (occidente).
Tras producirse el siniestro creció una enorme nube de humo sobre la zona accidentada que, con la ayuda del viento, avanzó por los municipios situados al norte de las provincias occidentales vecinas de Matanzas como Mayabeque, Artemisa, La Habana y Pinar del Río, estas dos últimas situadas a más de 100 kilómetros al oeste.
La titular del Citma, Elba Rosa Pérez Montoya, explicó que el incendio provocó la emisión de sustancias contaminantes. Por eso un grupo de expertos vigila el comportamiento de la nube, aunque advirtió de que «no representa ahora un peligro».
Por su parte, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, declaró a medios estatales que «no se detecta alza de padecimientos respiratorios ni otros síntomas provocados por la contaminación» en las consultas donde se mantiene un sistema de vigilancia, incluidos los centros donde están evacuadas personas residentes en comunidades cercanas a la zona del incendio.
No obstante, Portal Miranda dijo que se recomienda como medida preventiva mantener el uso de la mascarilla, y en el caso de las personas con padecimientos respiratorios y alergias, evitar exponerse a la nube.
La posibilidad de que se alteraran los parámetros ambientales a causa del accidente industrial es una preocupación que han manifestado los internautas en las redes sociales.
Expertos en Cuba
El delegado del Citma en Matanzas, Óscar García Martínez, explicó a la televisión estatal de la isla que la situación meteorológica ha favorecido que no precipiten las sustancias contaminantes como el dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, monóxido de carbono y partículas de distintas dimensiones resultado de la combustión.
«Su afectación es muy baja para la salud», añadió el especialista y señaló que esas sustancias contaminantes están a cuatro o cinco kilómetros de altura, por lo que «no implican afectación ahora mismo».
El incendio se desató en la tarde del viernes, según las primeras hipótesis, cuando un rayo impactó en uno de los tanques de la base de depósitos de combustibles de Matanzas y sobrepasó las capacidades del sistema de pararrayos.
Tras la explosión del primer depósito, con unos 25.000 metros cúbicos de petróleo, se incendió un segundo tanque de los ocho que posee la instalación, lo que agravó la situación.