El capitán pensionado del Ejército colombiano detenido esta semana por diseñar y ejecutar el atentado del 25 de junio contra el helicóptero del presidente Iván Duque planeaba volver a realizar otro ataque contra el mandatario colombiano en Bogotá, desveló este sábado el gobierno.
La Fiscalía informó este pasado jueves de la detención de 10 disidentes del Frente 33 de las FARC y también del exmilitar Andrés Fernando Medina Rodríguez, alias «El Capi», que presuntamente había ejecutado y diseñado el «plan criminal» tanto del ataque contra el helicóptero donde viajaba Duque como el ataque 10 días antes con carro bomba contra una brigada del Ejército.
El ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, aseguró hoy a medios en la ciudad fronteriza con Venezuela de Cúcuta, donde se realizó este ataque, que «la información que se evidencia en los procesos investigativos es que tenía intención de afectar la vida del presidente no solo en Cúcuta sino en la entrada de Bogotá».
Por su parte, en la misma rueda de prensa, el director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas, aseguró que tras las capturas se evidenció «la posibilidad de que estaban en planeamiento de otros atentados terroristas especialmente contra la fuerza pública y la Fiscalía», entre ellos un ataque con dron a la Operación Esparta, el cuerpo de élite de la Policía.
El 25 de junio seis disparos impactaron el helicóptero presidencial -en el que viajaban Duque, dos de sus ministros y varios funcionarios regionales, que salieron ilesos- cuando se aproximaba a Cúcuta, capital de Norte de Santander.
Diez días antes un carro bomba explotó en la sede de la Brigada 30 del Ejército en Cúcuta, en la que había personal militar de Estados Unidos, y resultaron heridas 36 personas.
Medina, un militar con alta formación y piloto de helicópteros que retiraron del servicio por una enfermedad en 2016 tras 12 años en servicio, «quería hacer daño» a los estadounidenses que se encontraban en la brigada contra la que atentaron, según Vargas, quien no aludió a las razones.
El líder de Defensa explicó que se van a realizar «acciones contundentes desde el punto de vista militar para dar mayor protección al Norte de Santander», y la instalación de un comando específico en este departamento con 14.000 militares.
Estas acciones buscan conseguir el desmantelamiento del frente de disidencias de las FARC liderado por alias «Jhon Mechas», al que atribuyen los dos ataques.