Emilio Lozoya, exdirector de la estatal Pemex, llegó a México este viernes extraditado desde España con la promesa de colaborar en la investigación sobre los sobornos que habría recibido de la brasileña Odebrecht, lo que podría poner en el punto de mira a otros políticos.
El avión que trasladó a Lozoya desde Madrid aterrizó a las 12:43 de la medianoche en el aeropuerto de Ciudad de México, donde la fiscalía general montó un fuerte dispositivo de seguridad, según pudo comprobar la AFP.
Lozoya, de 45 años de edad, fue sometido a su llegada a una revisión médica conforme a los protocolos de traslado de detenidos. Se espera sea conducido a una prisión del norte de la capital donde está abierta su causa.
El exdirector de Petróleos Mexicanos deberá responder por haber presuntamente gestionado sobornos por 4 millones de dólares de la brasileña Odebrecht, que habrían sido destinados a la campaña del Partido Revolucionario Institucional que llevó a Enrique Peña Nieto a la presidencia de México desde el 2012 hasta el año 2018.
Es el único exfuncionario mexicano detenido en el marco de la red de sobornos que Odebrecht tejió en diversos países de América Latina a cambio de jugosos contratos de obras públicas.
También es requerido por la justicia mexicana para aclarar la compra por parte de Pemex de una vetusta planta de fertilizantes por casi 500 millones de dólares, precio considerado excesivo, ya que la instalación no había sido utilizada en 14 años.
El paradero del político se desconocía desde mediados de 2019 y fue detenido en febrero en Málaga, al sur de España.
Economista y abogado, Lozoya fue responsable de asuntos internacionales de la campaña de Peña Nieto y llegó a la dirección de Pemex en 2012, cargo que dejó en 2016 en medio de las primeras revelaciones que lo vinculaban con Odeberecht, pero en ese momento la fiscalía general no profundizó en la investigación.
Dispuesto a hablar
Lozoya aceptó a finales de junio ser extraditado a México y según la fiscalía general está dispuesto a colaborar con la justicia.
«Hay un compromiso de que va a informar acerca de lo que sucedió, por los presuntos fraudes por los que se le acusa, y va a hablar, considero, de lo de Odebrecht… y de otro tipo de ilícitos», dijo en su conferencia matutina del jueves el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
El juicio al exdirector de Pemex podría implicar que otros altos funcionarios, desde exministros hasta el mismo Peña Nieto, sean señalados tanto en el escándalo Odebrecht como en la compra de la fábrica de fertilizantes.
López Obrador también señaló que Lozoya podría aclarar si legisladores recibieron del gobierno de Peña Nieto algún soborno para aprobar en 2012 una reforma energética que abrió el sector energético a capitales privados tras 75 años de monopolio estatal.
El político fue trasladado en el mismo avión utilizado para la extradición a Estados Unidos, en enero de 2017, del narcotraficante Joaquín «el Chapo» Guzmán.
Debido a la pandemia por el covid-19, la presentación de Lozoya ante un juez federal se realizará a puerta cerrada y el poder judicial dará informaciones a través de una aplicación de mensajería.
La esposa, la hermana y la madre de Lozoya han sido señaladas también como presuntas participantes en la trama de sobornos de Odebrecht.
Gilda Austin, la madre, es la única que ha sido detenida y se encuentra en prisión domiciliaria desde noviembre.
El empresario Alonso Ancira, que era director de Altos Hornos, la firma que vendió la fábrica de fertilizantes, también fue detenido en España y enfrenta un proceso de extradición que aún está pendiente de ejecución.