El excomandante sandinista Luis Carrión, que salió de Nicaragua en medio de una ola de encarcelamientos contra dirigentes políticos opositores, señaló al presidente Daniel Ortega de tener un «afán de venganza» contra sus antiguos compañeros de lucha y contra un movimiento político fundado por disidentes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
«Hay un afán de venganza», indicó Carrión, uno de los nueve comandantes de la revolución sandinista y antiguo compañero de lucha de Ortega, al programa Esta Noche, que dirige el periodista Carlos Fernando Chamorro, que también se marchó al exilio, al hacer una valoración sobre la actual situación política de Nicaragua.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, un consuegro de Ortega, ha encarcelado, entre otros, a los combatientes históricos Hugo Torres y Dora María Téllez que participaron el 22 de agosto de 1978 en el comando sandinista que tomó por asalto el Palacio Nacional e hizo rehenes a los legisladores afines al dictador Anastasio Somoza Debayle, derrocado hace casi 42 años.
También a Víctor Hugo Tinoco, que fue vicecanciller durante el primer gobierno sandinista (1979-1990), y a tres dirigentes de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes llamado Movimiento Renovador Sandinista (MRS), incluidas dos que han sido sus presidentas: Suyen Barahona y Ana Margarita Vigil.
Plana mayor de Unamos: presos o en el exilio
«El odio especialmente dirigido al MRS se ha manifestado desde (abril de) 2018» -cuando estalló una revuelta popular por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que fueron neutralizadas a la fuerza por el gobierno, que considera se trató de un intento de golpe de Estado-, apuntó Carrión, que fue viceministro del Interior de la etapa revolucionaria (1979-1990) y perteneció al FSLN hasta 1994.
Por tanto, para Carrión, uno de los principales dirigentes que lideraron la insurrección sandinista que en 1979 derrocó con las armas la dictadura de Somoza Debayle y actual dirigente de Unamos, las acciones de Ortega contra los opositores «es un golpe dirigido contra la institución MRS, no es solo contra algunas de las personas».
Unamos fue fundado como MRS en 1995 por el escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez Mercado, actualmente retirado de la política y quien fue su primer presidente.
Ramírez Mercado fue citado a inicios de mes por un caso que ha abierto el Ministerio Público contra una ONG por presunto lavado de dinero, al que compareció, y luego viajó a Estados Unidos por razones de salud, desde donde ha dicho «medita» si regresa o no a Nicaragua en medio de la ola de arrestos contra opositores.
De los cinco presidentes que ha tenido Unamos, antes MRS, tres se encuentran en prisión: la exguerrillera y exministra de Salud Dora María Téllez, Ana Margarita Vigil y Suyen Barahona. Los otros dos se encuentran fuera de Nicaragua: Ramírez Mercado y Enrique Sáenz, que se exilió en Costa Rica a raíz de las protestas antigubernamentales de abril de 2018.
El MRS cambió su nombre a Unamos el 15 de enero pasado con el fin de tomar distancia del sandinismo.
El Consejo Supremo Electoral, controlado por el oficialismo, les canceló la personalidad jurídica en 2008 al MRS, un año después de que Ortega retornara al poder.
En las elecciones de 2006, que ganó Ortega con el 37,99% de los votos, el MRS, que llevó como candidato al economista Edmundo Jarquín, fue la cuarta fuerza política con un 6,29% de votos.
Otras de las figuras que han pertenecido o apoyado al MRS son el fallecido poeta y sacerdote trapense Ernesto Cardenal (1925-2020), la poetisa y escritora Gioconda Belli y el excomandante Henry Ruiz.