La defensa del ex presidente de Perú Alejandro Toledo (2001-2006), acusado en su país de corrupción y quien se encuentra en medio de un proceso de extradición en Estados Unidos, pidió este miércoles al juez que lo dejen salir de prisión alegando el supuesto deterioro mental que sufre por el confinamiento.
La de este miércoles fue la primera vista con testigos desde que empezó el juicio de extradición en junio del año pasado. La defensa presentó a dos profesores universitarios para apoyar la tesis de que Toledo sufre mentalmente, mientras la Fiscalía llamó a guardias y responsables de la prisión.
«Toledo está profundamente deprimido. Está tomando medicación para ello, pero aun así está yendo a peor. Le pregunté si tenía pensamientos suicidas y me respondió que no, pero yo me preocupé», declaró ante el juez el doctor Craig Haney, profesor de psicología en la Universidad de Santa Cruz, California.
«Está increíblemente nervioso. Hay un deterioro cognitivo por el que su capacidad de pensar y de recordar se están deteriorando», aseguró. El especialista se entrevistó con Toledo en dos ocasiones durante su confinamiento carcelario, una el 16 de enero y otra el 28.
Desde noviembre del año pasado, el ex presidente peruano se encuentra en el penal de Maguire (en el condado de San Mateo, donde residía antes de ser encarcelado), en régimen que le permite múltiples llamadas, recibir visitas, mantener algunas interacciones con otros presos y pasar varias horas fuera de la celda.
La situación de Toledo en la cárcel es motivo de disputa entre la defensa y la Fiscalía desde principios del juicio a causa de su elevado perfil político. Eso llevó a los responsables penitenciarios a considerar desde un primer momento que no podía estar en régimen común junto con resto de reclusos porque su seguridad se vería comprometida.
Por eso el ex mandatario pasó los primeros cinco meses de encarcelamiento en una celda de aislamiento en la prisión de Santa Rita. Y, pese a haber sido trasladado posteriormente al penal de Maguire en un régimen de mayor libertad, Haney considera que su salud mental sigue resintiéndose.
«Existe el riesgo de mayor deterioro y quizá cambios irreversibles. La ansiedad social a veces produce fobia social. De manera que incluso cuando una vez fuera del aislamiento se puede tratar con personas, esto se rechaza», aseguró el doctor.
El ex presidente peruano es acusado de haber recibido hasta 35 millones de dólares de la constructora Odebrecht a cambio de favorecer a la empresa brasileña en sus negocios en Perú cuando él era presidente. Toledo ha pasado los últimos dos años prófugo de la Justicia de su país en Estados Unidos, donde residía en Menlo Park, cerca de San Francisco.