El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, quien se encuentra como asilado político en México, fue nombrado este miércoles Huésped Distinguido de la Ciudad de México, desde donde exhortó a un diálogo nacional para pacificar su país.
La ceremonia, que se realizó prácticamente 24 horas después de su llegada a la capital mexicana, estuvo encabezada por la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Con el grito de “¡presidente, presidente!” por parte de compatriotas y seguidores, Morales llegó al patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, a unos pasos del Zócalo capitalino.
“Bienvenido, Evo Morales, a la Ciudad de México”, dijo Sheinbaum durante el comienzo del acto. “Pero no solo le damos la bienvenida, sino que lo nombramos Huésped Distinguido de esta ciudad”.
Sheinbaum contó detalladamente los episodios que trajeron a Morales a México, al tiempo que enumeró una serie de logros durante su gobierno entre 2006 y 2019.
“Es un orgullo y un honor tenerlo en esta sede”, añadió y le dio una medalla y un pergamino.
Diálogo
Morales aceptó la distinción y dijo: “El reconocimiento es para Evo, pero fundamentalmente es para mis hermanos bolivianos que se siguen movilizando en defensa de la democracia y de los derechos de los indígenas bolivianos”.
“Debe haber un diálogo nacional para pacificar al pueblo boliviano”, añadió Morales.
Recordó que para amedrentar a dirigentes de distintos sectores sociales y autoridades, los opositores empezaron a quemar sus casas y agredieron a familiares para presionar sus renuncias.
“No renunciamos por cobardes, sino para cuidar la vida de las personas”, añadió.
El ex mandatario ofreció un repaso de sus logros en crecimiento económico y reducción de la pobreza. Destacó la nacionalización de los hidrocarburos y, en especial, el crecimiento del PIB, que en 2006, cuando él llegó a la Presidencia, era de 9.000 millones de dólares, y en 2018 fue de 40.000 millones de dólares.
“Lo que más me duele es con qué sacrificio, esfuerzo y compromiso hemos construido la nueva Bolivia y ahora ya empiezan a destruirla, eso me preocupa (…) sin justicia social no habrá paz, la paz no se garantiza con intervenciones militares”, apuntó.
“Estamos tristes pero fuertes para seguir luchando por la liberación de nuestro pueblo”, finalizó.
Morales renunció el domingo pasado a la Presidencia por una recomendación de los militares después de que se publicara un informe de la Organización de Estados Americanos, en el que se denunciaban graves irregularidades en los comicios del 20 de octubre. En estos fue dado como victorioso para un cuarto mandato.
Aceptó el asilo político que, por razones humanitarias, le ofreció el gobierno mexicano y llegó este martes a la capital mexicana.
Este martes, la senadora opositora Jeanine Áñez, del Movimiento Demócrata Social, asumió como presidenta interina de Bolivia, dos días después de la renuncia de Morales.
La senadora de la Unión Demócrata asumió la Presidencia interina de Bolivia, luego de que la línea sucesoria quedara rota al dejar Morales el poder y con él todos los cargos oficialistas que hubieran podido sucederle.
Morales denunció en Twitter -desde México- que en su país ha tenido lugar “el golpe más artero y nefasto de la historia”, al reaccionar a la proclamación de la senadora Áñez como presidenta interina.