Evo Morales, ex presidente de Bolivia, reveló que al enterarse del resultado de la auditoría a las elecciones presidenciales, que la Organización de Estados Americanos llevó a cabo, intentó detener la publicación de dicho informe.
La OEA le comunicó a Morales el 10 de noviembre en la madrugada que el informe determinó un fraude electoral en las elecciones que se celebraron en Bolivia el 20 de octubre.
Morales pidió no hacer públicos estos resultados e insistió en hablar con Luis Almagro, secretario general de la OEA, para hacerle una solicitud en tal sentido.
“El domingo en la madrugada hablé con su jefe (dijo en referencia a un representante de la OEA), porque me informaron que ya había un informe preliminar y eso alimentó el golpe de Estado”, dijo Morales en entrevista con El Universal, de México.
El ex mandatario indicó que le advirtió al representante de la OEA que el hacer público el informe ocasionaría hechos violentos en Bolivia.
“La OEA es, en parte, responsable de los muertos que está habiendo en Bolivia. Yo se lo dije a su representante: ‘No haga eso, con eso va a incendiar Bolivia’, y le advertí que quería que lo supiera Luis Almagro. Yo le dije: ‘Contácteme con Luis Almagro’; no quiso, solo dijo: ‘Voy a consultar’; no consultó nada y después sacó su informe”, destacó.
Tras la llamada de la OEA, Morales convocó una conferencia de prensa en la que llamó a nuevas elecciones con un nuevo Tribunal Supremo Electoral.
Sin embargo, luego de que se dio a conocer el informe, Morales presentó su renuncia y se refugió en Chimoré, en Cochabamba, de donde salió hacia México en un avión militar. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador les brindó asilo político a él y a su vicepresidente, Álvaro García Linera.