La Unión Europea mostró sus dudas sobre la utilidad de retrasar la salida del Reino Unido del club comunitario, prevista para el 29 de marzo, después de que la Cámara de los Comunes rechazó el martes una vez más el acuerdo de salida pactado con Bruselas.
Al mismo tiempo, los dos principales grupos de la Eurocámara, populares y socialdemócratas, instaron al gobierno británico a convocar un segundo referéndum sobre la permanencia en la UE.
El propio negociador de la Unión Europea para el brexit, Michel Barnier, se preguntó este miércoles «para qué» serviría retrasar la salida, en un momento de impasse en el proceso.
«Prolongar esta negociación para hacer qué, puesto que la negociación sobre el artículo 50 (sobre la salida de un Estado miembro) está terminada», declaró el político francés durante un debate en la Eurocámara.
Barnier aseguró que antes de solicitar un retraso del brexit, el Reino Unido debe indicar a Bruselas qué tipo de relación futura desea establecer con el club comunitario.
Después de que la Cámara de los Comunes rechazó el martes por segunda vez el acuerdo de salida negociado entre la primera ministra británica, Theresa May, y la Comisión Europea, los diputados de Westminster votarán hoy si quieren dejar la UE sin acuerdo y el jueves si desean pedir a Bruselas un retraso del brexit.
«Tras estos votos corresponderá al gobierno británico decirnos, esperamos que de manera positiva, cómo desea proceder para reunir por fin una mayoría constructiva sobre una propuesta», dijo Barnier.
En caso de que los diputados británicos se manifiesten a favor de extender las negociaciones, después el gobierno británico deberá solicitar el retraso del brexit a la UE, pero al hacerlo tendrá que justificar esa petición.
A la vista de las razones expuestas, los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países que seguirán en el club comunitario tras la marcha británica decidirán si conceden ese retraso, para lo cual se necesita la unanimidad de los mandatarios.
El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, reiteró hoy que si el Reino Unido llega a plantear la extensión del artículo 50, están «preparados para considerarla».
«Los Veintisiete decidirán, dando prioridad también a la necesidad de garantizar el funcionamiento de las instituciones de la UE y teniendo en cuenta las razones y la duración de una posible extensión», señaló en la rueda de prensa diaria de la comisión.
Las próximas elecciones al Parlamento Europeo se llevarán a cabo entre el 23 y el 26 de mayo, y la nueva Eurocámara quedará constituida el 2 de julio.
De acuerdo con los tratados de la UE, todos los Estados miembros están obligados a convocar comicios europeos y el Reino Unido podría verse obligado a elegir eurodiputados si el brexit se retrasa más de dos meses.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya advirtió ayer de que el club comunitario espera «una justificación creíble» para posponer el brexit.
Fuentes europeas señalaron que la decisión de los líderes de los países de la Unión Europea en su cumbre de la próxima semana ante una solicitud de extensión no sería automática, sino que debería revisarse «para qué» y «por cuánto tiempo» se ampliaría.
«El 21 de marzo no hay mandato parlamentario para nada. Si no hay mandato, ¿qué va a hacer el Consejo? ¿Dar una ampliación por darla?», plantearon. «Tendría que haber una petición concreta para algo. Es la única forma en la que podemos conseguir un acuerdo», advirtieron.
Barnier, por su parte, alertó hoy en la Eurocámara que se encuentran en un momento muy grave porque el riesgo de una salida sin acuerdo «nunca ha sido tan grande».
El líder del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, consideró que lo lógico sería volver a preguntarles a los ciudadanos sobre el brexit.
«Para el PPE es evidente que no hay justificación para un solo día de ampliación si los británicos no nos explican para qué usarán ese tiempo extra», añadió el también candidato a ser el próximo presidente de la CE.
Desde la bancada socialdemócrata, el líder parlamentario Udo Bullmann opinó que si la Cámara de los Comunes «continúa bloqueada», a los ciudadanos del Reino Unido hay que darles una segunda oportunidad.
Por su parte, el líder del grupo liberal ALDE y coordinador del brexit en la Eurocámara, el belga Guy Verhofstadt, se opuso a cualquier tipo de prórroga, aunque sea un día, salvo que haya una «opinión clara del Parlamento británico sobre algo».
El ex primer ministro belga dijo que no quiere «una prórroga más allá de las elecciones europeas, que quedarían secuestradas por el brexit».