El gobierno británico planea que los sitios de Internet que contribuyen a fomentar actividades terroristas, abusos sexuales de menores, delitos de odio, acoso o noticias falsas sean multados o bloqueados.
El ministerio británico de Cultura, Medios y Deportes propuso la creación de un organismo regulador independiente y un código de conducta para las compañías del sector tecnológico a fin de hacer frente a esas actividades por internet.
Las propuestas están contenidas en un libro blanco que ha elaborado con el apoyo de la cartera de Interior. El Ministerio también indicó que las redes sociales tienen que atajar contenidos que animan a los jóvenes a quitarse la vida o lesionarse luego del caso de Molly Russell, de 14 años de edad, que se quitó la vida en el año 2017.
Después de su muerte, los padres hallaron en la cuenta de Instagram de Molly material que hacía referencia a la depresión y el suicidio.
Jeremy Wright, ministro de Cultura, Medios y Deportes, dijo que la era de la autorregulación de las compañías de internet está «terminada».
Por su parte, el ministro de Interior, Sajid Javid, declaró a los medios que los gigantes tecnológicos y las redes sociales tienen el deber moral de «proteger a los jóvenes».
«A pesar de nuestras repetidas peticiones para que toman medidas, contenido perjudicial e ilegal, incluidos abusos de menores y terrorismo, aún está disponible en la red», añadió.
De prosperar estas propuestas, el regulador independiente sería el encargado de definir un código de buena práctica al que las redes sociales y las compañías de internet tendrían que adherirse.
Las nuevas reglas se aplicarían, además de a Facebook, Twitter y Google, a los servicios de mensajería como Sanpchat, y el regulador tendría el poder de multar a las compañías, aunque las propuestas aún deben ser sometidas a un periodo de consultas con el sector.