Los ministros del Interior de Italia, Matteo Salvini, y de Austria, Herbert Kickl, pidieron este miércoles en Roma a la Unión Europea (UE) que refuerce los controles contra la inmigración ilegal y proteja las fronteras externas en la zona del Mediterráneo.
Ambos ministros se reunieron en Roma y después comparecieron en una rueda de prensa conjunta en la que aseguraron que estrecharán lazos para luchar contra la inmigración ilegal y propiciarán que otros países europeos que compartan su pensamiento se sumen a esta alianza.
«Es un momento histórico porque nunca antes como en estos días la Unión Europea ha tenido la ocasión de cambiar. Creemos que puede cambiar para mejor en temas como la inmigración, la seguridad y la lucha contra el terrorismo para que finalmente se protejan las fronteras externas», dijo Salvini.
A partir del próximo 1° de julio, Austria asumirá la presidencia de turno de la UE y Salvini, también vicepresidente del gobierno, confió en que será un momento propicio para «cambiar las reglas en beneficio de los refugiados».
«Propondremos a la presidencia austríaca que la UE gaste mejor respecto a cómo ha hecho hasta ahora, porque con frecuencia los fondos para la cooperación europea no han llegado a los ciudadanos y han alimentado la corrupción», consideró el político italiano.
Salvini apuntó a que los países europeos deben reforzar los controles contra los flujos migratorios que llegan a Europa por mar. El político aseguró que estas medidas duras evitarán una inmigración fuera de control que desde su punto de vista daña a quien escapa de la guerra y no sirve a las personas que huyen en busca de un futuro mejor.
Mantuvo su intención de expulsar a 500.000 inmigrantes ilegales que residen actualmente en Italia y avanzó que trabajará para firmar acuerdos con los países de origen y acelerar las deportaciones en el arco de un año.
Por su parte, Kickl adelantó que la administración austríaca colaborará estrechamente con Italia en la lucha contra la inmigración ilegal. “Hay que devolver la confianza a los ciudadanos europeos que están desencantados con las instituciones comunitarias protegiendo las fronteras externas del Viejo Continente”, dijo.
La UE está dando un cambio de mentalidad en los últimos tiempos, después de que países como Italia hayan pedido una modificación del reglamento de Dublín, que establece que el país debe hacerse cargo de una solicitud de asilo cuando el demandante pisó por primera vez territorio comunitario.