Las autoridades francesas trataban de encontrar de urgencia este martes refugio para centenares de inmigrantes que se quedaron sin techo después de que el campamento en que vivían fuera totalmente destruido por un incendio.
El campamento de Grande-Synthe, en el norte de Francia, que albergaba a 1.500 migrantes, fue devorado el lunes por la noche por un incendio provocado a raíz de una pelea entre migrantes kurdos y afganos, según las autoridades.
Apenas 70 cabañas de madera permanecían en pie de las 300 con que contaba este campamento, inaugurado en marzo de 2016 con el objetivo de acoger dignamente a los migrantes que llegan al norte de Francia para intentar cruzar a Reino Unido.
La sobrepoblación en el campamento desde el cierre del de Calais a finales de octubre creó dificultades que provocaron este drama, señaló el alcalde de la ciudad de Grande-Synthe, Damien Carême.
La población del campamento de Grande-Synthe aumentó considerablemente desde la destrucción el pasado octubre de lo que quedaba de otro gran campo de migrantes a unos 40 kilómetros, conocido como la jungla de Calais.
«Nuestros voluntarios nos decían que había tensiones desde hacía semanas, relacionadas al gran número de migrantes», dijo François Guennoc, vicepresidente de la asociación Albergue de Migrantes, que repartía comida en este campamento ubicado al borde del Canal de la Mancha, frente a las costas inglesas.
«Desde el cierre de Calais, no hay centros de acogida en las costas. Pedimos la creación de varios centros de emergencia, a escala humana», urgió.
El inmenso campamento fue evacuado por la noche. Entre 400 y 500 migrantes fueron realojados en gimnasios requisados de la región.
«Los demás se escondieron en (medio de) la naturaleza», señaló Christian Salomé, de la misma asociación.
La prioridad de las autoridades es «proporcionar un albergue a los migrantes que están deambulando por las carreteras de esta región en dirección de Calais o París», indicó Michel Lalande, prefecto de la región norte.
Las autoridades enviaron refuerzos policiales a la región «para evitar desórdenes», indicaron en un comunicado conjunto los ministros del Interior y de Vivienda, que tenían previsto trasladarse a Grande-Synthe este martes.
Trece personas resultaron heridas por el fuego y afectadas por el humo, indicaron los bomberos.
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