Los equipos de rescate que buscan al niño de dos años que cayó a un estrecho pozo en Málaga (España) el domingo 13 de enero han decidido suspender la construcción del túnel horizontal y continuar por otro paralelo vertical para intentar sacar al pequeño.
La perforación del túnel horizontal, que aprovechaba el desnivel del terreno, se ha revelado impracticable debido a que los trabajos toparon con unas rocas y a la inestabilidad del terreno, explicaron a EFE fuentes del dispositivo.
El objetivo es llegar a unos 80 metros de profundidad, donde se cree que se encuentra el niño, de quien se halló un cabello -confirmado por análisis de ADN- entre el material sólido extraído estos días del pozo.
El pequeño Julen Roselló cayó cuando pasaba una jornada de campo con familiares y amigos, por lo que este jueves entra en su cuarto día bajo tierra.
El dispositivo de rescate está integrado por un centenar de personas con abundante maquinaria pesada y en él colaboran empresas privadas, y la Brigada de Salvamento de Hunosa, una gran compañía minera.
El padre de Julen, José Roselló, declaró a la prensa que su esposa y él están «muertos» por la situación, aunque mantienen la «esperanza» de rescatar con vida al pequeño. La pareja sufrió la muerte de otro hijo pequeño en el año 2017 debido a una enfermedad.