Europa dará un gran paso hacia la nueva normalidad cuando varios países reabran sus fronteras con otras naciones europeas luego de tres meses de haber implementado medidas de confinamiento a causa del coronavirus.
Sin embargo, aunque los europeos adoran sus vacaciones de verano, se desconoce cuántos de ellos están listos para volver a viajar.
Los turistas de Estados Unidos, Asia, Latinoamérica y Medio Oriente deberán esperar por ahora. Se tiene previsto que Europa permita de nuevo el ingreso de algunos viajeros de otras partes del mundo el próximo mes, pero hay detalles que todavía no están claros.
La comisionada para asuntos internos de la Unión Europea, Ylva Johansson, comentó a los países miembros del bloque que «deberían abrir tan pronto como sea posible» y señaló que el lunes sería una buena fecha para hacerlo.
Muchos países están haciendo justo eso y permitirán viajes desde naciones de la Unión Europea, Gran Bretaña y el resto de la zona de viajes Schengen libre de pasaportes, que incluye países no miembros del bloque como Suiza.
La reapertura de Europa no será una repetición del caótico movimiento libre de marzo, cuando cierres fronterizos hechos en pánico y sin coordinación provocaron embotellamientos viales que se alargaban por kilómetros. Aun así, es un mosaico complicado y cambiante de distintas normas. Y aunque las regiones turísticas buscan desesperadamente el retorno de los viajeros, muchos europeos podrían decidir quedarse cerca de casa este verano.
Eso es algo que quieren evitar los países del mar Mediterráneo que dependen del turismo, como Grecia. El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis reconoció el sábado que «mucho dependerá de si la gente se siente cómoda para viajar y si podemos proteger a Grecia como un destino seguro».
Grecia destacó su manejo del brote luego que la nación sólo registró 183 muertes. En total, Europa reportó más de 182.000 muertes vinculadas al coronavirus, de acuerdo con un conteo de la Universidad Johns Hopkins que también muestra que Europa tuvo 2.04 millones de los 7.8 millones de casos confirmados en todo el mundo.
España, que se vio muy afectada por el coronavirus, reabrirá sus fronteras a viajeros europeos por 10 días hasta el 21 de junio, una medida que permite que miles de alemanes viajen a sus Islas Baleares para un periodo de prueba que comenzará el lunes, suspendiendo su cuarentena de 14 días para el grupo.
El presidente del gobierno español dijo que el programa piloto ayudará al país aprender lo que les deparan los próximos meses. Señaló que quiere que la nación, que es conocida como un destino turístico de clase mundial, sea reconocida también como un destino seguro.
En algunos sitios las autoridades de antemano redujeron los controles fronterizos. Italia abrió sus fronteras el 3 de junio y poblados en la frontera entre Alemania y Polonia celebraron el sábado mientras las autoridades polacas reabrían las puertas. A la medianoche, los alcaldes de Goerlitz, Alemania, y Zgorzelec, Polonia, cortaron las cadenas de una valla improvisada que dividía las localidades.
Mientras que, en Berlín, miles de personas formaron una cadena humana por toda la ciudad el domingo para enviar un mensaje contra el racismo, la discriminación y la desigualdad social, entre otras causas.
Los organizadores de la manifestación «Indivisible», que planearon una cadena humana de nueve kilómetros (5.5 millas) desde la Puerta de Brandenburgo, en el sureste de la ciudad, hasta el vecindario de Neukoelln, requirieron a los participantes portar mascarillas. También les pidieron mantener distancia entre unos y otros.
Había cintas coloridas, formando lo que los organizadores llamaron una «cinta de solidaridad». La gente pareció cumplir las restricciones de higiene durante el evento, que duró poco más de una hora.
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